
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha anunciado este viernes a primera hora de la mañana a través de sus redes sociales que se reunirá con el presidente de EEUU, Donald Trump, el domingo en Florida. El secretario de Seguridad Nacional de Ucrania, Rustem Umerov, ha confirmado la posibilidad de que este encuentro tenga lugar pronto durante una serie de contactos con la parte estadounidense. “No vamos a desperdiciar un solo día”, ha apuntado Zelenski.

“Hemos acordado reunirnos al más alto nivel con el presidente Trump en un futuro cercano. Mucho puede ser decidido de cara al Año Nuevo. ¡Gloria a Ucrania!”, ha aseverado, según un mensaje difundido en su cuenta de Telegram. Poco después concretó la que la cita será el domingo. “Será el fin de semana. Creo que el domingo, en Florida, cuando nos reuniremos con el presidente Trump”, sostuvo.
El jueves, Zelenski mantuvo una conversación con el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff y Jared Kushner, yerno del propio Trump. Así, aseguró que su equipo “trabaja sin descanso” para garantizar que el plan para un posible acuerdo de paz en Ucrania sea “realista, eficaz y fiable”.
Posteriormente, Zelenski afirmó que había sido una conversación telefónica “realmente buena”. “Entramos en muchos detalles; surgieron buenas ideas que discutimos. Tenemos algunas nuevas ideas en cuanto a formatos, reuniones y, por supuesto, plazos para lograr una paz verdadera”, expresó.
La base sigue siendo el plan de 20 puntos presentado por el propio presidente ucraniano, sobre la base eso sí de la idea del propio Trump. Ucrania, casi por primera vez, se abre en el plan a retirar sus tropas del Donbás, centro de las hostilidades, siempre que Rusia haga lo mismo y se cree una zona desmilitarizada. En realidad, se manejan dos escenarios, aunque Kiev se inclina por el primero, que consistiría en congelar la línea actual del frente. La segunda opción implicaría la creación de una o varias zonas económicas especiales en la parte de la región de Donetsk que aún está bajo control ucraniano pero que Rusia reivindica, una posibilidad que solo se consideraría tras la obtención de garantías de seguridad suficientes. Esas zonas económicas estarían bajo el control, eso sí, de Kiev.
Ucrania ve claves, decisivas, las garantías de seguridad, y ahí se apoyan otros elementos del plan, por ejemplo, con la existencia de un Ejército ucraniano de 800.000 efectivos (ahora cuenta con unos 2,2 millones, incluyendo reservistas) y compromisos jurídicamente vinculantes por parte de Estados Unidos y otros aliados para ofrecer una protección equivalente a la del Artículo 5 de la OTAN, que se refiere a la defensa mutua. Estos elementos los pactó el propio Zelenski con varios socios europeos hace algunas semanas en una reunión en Berlín. Eso sería un guiño para Moscú, que pide la reducción de las tropas ucranianas.
Otro punto importante para Rusia también se recoge en el plan, según Zelenski: Ucrania seguirá siendo un Estado libre de armas nucleares de acuerdo con lo establecido en el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Por lo tanto. la central nuclear de Zaporiyia será gestionada de forma conjunta por los tres países: Ucrania, Rusia y Estados Unidos. Esto todavía tiene que matizarse pero el presidente ucraniano aseguró que no tiene “intención de hacer negocios directamente con Rusia” después de la guerra.
Eso sí, según el medio ruso Kommersant, Putin habría puesto sobre la mesa sus condiciones en conversaciones con empresarios del país. Moscú mantendría la idea de conservar el control del Donbás, pero se abriría a no controlar otros territorios ucranianos.



