Los New York Jets cancelaron la invitación al campo de juego para Ashley Castanio-Gervasi, una fanática de Long Island que iba a intentar un gol de campo en un desafío de medio tiempo de 100.000 dólares, pocos días antes del partido del domingo. La poseedora de boletos de temporada, quien asiste a los juegos en honor a su difunto padre, fue informada el lunes por la organización de la NFL que no podría participar después de clasificar a la ronda final de la competencia ‘Kick for Cash’. La razón: es la entrenadora principal del equipo de fútbol femenino de Long Beach High School, lo que viola las reglas del concurso.
“Este dinero cambiaría mi vida”, dijo Castanio-Gervasi al New York Post tras ser excluida debido a una regla que prohíbe la participación de jugadores y entrenadores recientes de equipos de fútbol, rugby y fútbol americano olímpicos, universitarios y de secundaria. “Estaba segura de que podría haberlo logrado”.
La exguardameta de la Universidad Stony Brook, de 33 años, había hecho un gol de campo ganador preliminar para clasificar al desafío, programado para el partido Jets vs. Patriots en el MetLife Stadium.
Los Jets dijeron que la decisión de rescindir su elegibilidad fue simplemente seguir las reglas. “De acuerdo con las reglas y regulaciones de la competencia, un individuo que hizo exitosamente la patada de clasificación no podrá avanzar a la etapa final del desafío”, dijo el equipo en un comunicado al Post. “Entendemos la decepción asociada con esto y hemos hecho un esfuerzo para proporcionar un beneficio alternativo para mostrar nuestro aprecio”.
Castanio-Gervasi, quien es profesora de matemáticas, dijo que recibió una llamada la semana pasada del personal de los Jets para revisar las reglas y los detalles para el juego. La entrenadora debía firmar una declaración jurada como los otros tres finalistas. “Esta fue la primera vez que escuchaba sobre cualquiera de estas preguntas [sobre entrenar]”, afirmó.
Los Jets habían reclutado a Castanio-Gervasi después de verla realizar una patada por diversión en una previa al partido Jets vs. Bills en septiembre fuera del estadio. “Dos trabajadores de los New York Jets me persiguieron y me invitaron a participar en esta competencia”, recordó. “La única pregunta que me hicieron fue si jugué fútbol universitario y hace cuánto tiempo”.
La exatleta de la División 1 llegó a la final después de anotar un gol de campo frente a un equipo de cámaras, convirtiéndose en la única mujer en llegar a la ronda final. El artículo del 12 de diciembre en el Long Island Herald la identificó como la entrenadora de los Long Beach Mariners en su segundo párrafo.
Es la última decepción de los Jets para Castanio-Gervasi, quien ha sido fiel desde la infancia. Su padre, Frank, la crió para que lo sucediera como la nueva fanática familiar del fútbol hasta que falleció de cáncer de esófago en 2011.
“Mi papá y mi abuelo tenían boletos de temporada desde el Shea Stadium”, dijo, agregando que su familia ha gastado un estimado conservador de un millón de dólares en los Jets a lo largo de su vida.
Cuando hizo la patada en octubre, Castanio-Gervasi estaba rodeada por unos 75 seres queridos. Fueron como parte de un juego grupal anual para la Esophageal Cancer Education Foundation y han recaudado 50.000 dólares en total en la memoria de Frank, dijo.
Desde que perdió a su padre, Castanio-Gervasi y sus tres hermanas, Lauren, Courtney y Jaclyn, se turnaron para llevar a su madre, Lorraine, a los juegos en lugar de Frank. Esta temporada, Castanio-Gervasi y su esposo, Matthew, aseguraron boletos de temporada dos filas detrás de los otros asientos de su familia en el nivel 200 por casi 3.000 dólares.
Al menos 15 familiares y amigos compraron boletos para ver a Castanio-Gervasi patear este domingo, dijo. Los Jets se ofrecieron a cubrir los costos para compensar. Pero Castanio-Gervasi, quien renovó sus boletos de temporada unas semanas antes, dijo que sus familiares vendieron los boletos como señal de solidaridad, incluida su madre, que rara vez se pierde un juego.
A Castanio-Gervasi se le ofreció inicialmente una camiseta personalizada de consolación y una tarjeta de regalo Visa de 100 dólares, pero también estará ausente en protesta; será el primer juego en casa que se pierde en una década. Si Frank aún estuviera vivo, “absolutamente” renunciaría a sus boletos de temporada por el incidente, dijo.
De haber logrado la patada exitosamente, el dinero se habría destinado a comprar su primera casa y a la Esophageal Cancer Education Foundation, dijo antes de ser excluida. Los Jets dijeron que la franquicia donaría a la causa médica.
“Todo esto es extremadamente molesto”, dijo Castanio-Gervasi. “Yo y toda mi familia estamos decepcionados”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**