
Linda Hallett ha descrito a su nieto Alfie como un niño con un “corazón de oro”. Ella apenas puede asimilar lo sucedido hace unos días en Portugal, cuando el pequeño de 13 años falleció apuñalado por la expareja de su madre. “Creo que Alfie murió intentando proteger a su madre”, declaró en Daily Mail.

La tragedia tuvo lugar en Casais, en el municipio de Tomar, a unos 145 kilómetros de Lisboa. Según investiga la policía, la expareja de la madre de Alfie la estaba agrediendo cuando su hijo intentó mediar para defenderla. El presunto asesino lo apuñaló hasta la muerte y posteriormente se hirió y provocó una explosión de gas en la que falleció.
El agresor ya había sido acusado y detenido con anterioridad por un delito de homicidio imprudente. Mientras, la madre de Alfie fue trasladada al hospital para ser tratada de sus lesiones.
El club de baloncesto portugués en el que jugaba el pequeño se despidió de él en redes sociales: “Queremos decirte cuánto te queremos y que siempre estarás en nuestros corazones. Descansa en paz”.



