Un operativo marítimo estadounidense interceptó este domingo un tercer petrolero en aguas no precisadas del Caribe, frente a las costas de Venezuela. La acción forma parte de una serie de operaciones orientadas a vigilar rutas bajo sanciones internacionales durante este mes. El incidente se produce después de la retención de un tanquero panameño, identificado por Washington como parte de la denominada ‘flota fantasma’, utilizada para eludir controles en la región. Las autoridades estadounidenses han indicado que desconocen la situación actual del buque y si transportaba petróleo de origen venezolano, según confirmó un funcionario bajo reserva institucional. Hasta el momento, el Gobierno de Estados Unidos no ha emitido una confirmación oficial, mientras que el Pentágono y la Guardia Costera se han abstenido de proporcionar detalles públicos sobre los procedimientos. Los reportes señalan que estas acciones se centran en el traslado de hidrocarburos y se enmarcan en un contexto diplomático sensible con el gobierno de Nicolás Maduro. Este tipo de embarcaciones suelen operar con sistemas de localización desactivados, cambios frecuentes de nombre y bandera, y sin rutas portuarias fijas, según informes especializados. La vigilancia estadounidense busca monitorear actividades que podrían estar vinculadas a esquemas sancionados, con el objetivo de prevenir maniobras de comercialización fuera de los mecanismos supervisados. Expertos en comercio energético advierten que estos operativos aumentan la tensión diplomática, especialmente cuando involucran recursos estratégicos. Se espera que la Casa Blanca emita un comunicado para aclarar si la medida correspondió a una inspección, abordaje preventivo o retención administrativa, según fuentes consultadas en Washington. Analistas destacan que el panorama geopolítico influye en el seguimiento de rutas marítimas sancionadas, en un contexto donde productores y compradores intentan mantener intercambios bajo constante observación. Observadores internacionales consideran necesario evaluar las repercusiones económicas, ya que estos movimientos podrían alterar las dinámicas del mercado energético mundial. Hasta ahora, no hay informes que precisen el destino final del tanquero ni las implicaciones concretas para los actores regionales involucrados. Las fuentes consultadas aguardan próximos comunicados oficiales que esclarezcan los detalles de los procedimientos y sus posibles consecuencias en la supervisión marítima estadounidense. **REDACCIÓN FV MEDIOS**
