
La invasión rusa de Ucrania dura ya casi 1.400 días. Son 45 meses de guerra a lo largo de los 1.100 km de la línea de frente. ¿Llega la paz? Se busca. Las delegaciones de Rusia y Estados Unidos se ven este fin de semana para ello. Donald Trump asegura que las negociaciones “se acercan a algo” y Vladimir Putin dice que quiere acabar la guerra por medios pacíficos, pero sus tropas siguen atacando. ¿Aceptará Ucrania ahora que la Unión Europea emitirá deuda para ayudar a financiar su guerra?

Se negocia la paz, pero Rusia sigue disparando y avanzando. Este viernes, el Ejercito ruso proclamó avances en el Donbás que, sin embargo, niega Kiev. Mientras, siguen los ataques cruzados con drones, el arma de esta guerra. Tan importante es lanzarlos como defenderse de los del enemigo. Eso es lo que hace el “tanque de diente de león” (dandelion tank, en inglés), el nuevo “traje” de los tanques rusos para protegerse de los drones.
No se han visto aún en el frente de batalla, pero algunos expertos esperan que las fuerzas rusas prueben pronto el nuevo sistema en condiciones reales. Se trata de la patente de una empresa rusa, un sistema de protección de tanques contra los drones FPV, que hace que los vehículos parezcan dientes de león gigantes.
Un dron FPV es un tipo de dron que permite al piloto volar como si estuviera dentro del propio dron. FPV son las siglas de First Person View (“Vista en Primera Persona”). Al nuevo invento antidrones le han apodado en redes sociales “sistema antidrones diente de león” y recuerda a las púas metálicas utilizadas para disuadir a las aves de los tejados, explica el medio danés Dagens.
Una protección a base de varillas
El nuevo sistema de defensa desarrollado en Rusia consta de docenas de varillas metálicas ramificadas sujetas al tanque para acabar con los drones FPV enemigos antes de que alcancen el casco del vehículo. Las varillas están hechas de material flexible y se interconectan en un sistema ramificado mediante elementos de acoplamiento que se desmontan.
“El número de varillas aumenta desde el nivel inferior hasta el superior”, según detalla el usuario AndreiBtvt en X. “Las varillas se conectan entre sí mediante elementos de acoplamiento fácilmente desmontables. Las varillas flexibles están hechas de varillas de fibra de vidrio de varios diámetros. Los elementos de acoplamiento están hechos de chapa metálica perfilada o plástico resistente a los impactos”, explica.
Esa especie de estructura arbórea consta de varios niveles, informa Euromaidan Press. Las varillas del nivel inferior son menos pero más gruesas y las del superior, más numerosas pero mal delgadas. El sistema parece funcionar en el caso de drones FPV, pero nada puede hacer ante un misil antitanque.
De las jaulas a los dientes de león
Si de defensa contra los drones se trata, estos “dientes de león” cogen el relevo a las “jaulas de protección”, cuenta Trenchart, medio dedicado la información de defensa. En 2022 se vieron estas carcasas con listones o mallas metálicas que, instaladas encima o alrededor de la torreta de un vehículo blindado, intentaban bloquear los FPV.
Luego vinieron los “tanques tortuga”. Vehículos enteros quedaban recubiertos con carcasas metálicas que bloqueaban los drones. En 2024, los rusos añadieron cientos de gruesas púas metálicas a algunas jaulas de combate o tanques tortuga. Se trataba de que los “tanques erizo” absorbieran más drones. Y funcionó. De hecho, según el medio ruso Reporter, el “diente de león” se llama simplemente “erizo” en el Ejército ruso.


