Uno de los grandes misterios de la ciencia es qué ocurre después de la muerte. No hay ninguna certeza acerca de qué pasa, pero sí que contamos con los testimonios de personas que han estado cerca de morir o clínicamente muertos. Son las llamadas ‘experiencias cercanas a la muerte’.
Una de esas personas es Dean Braxton, un estadounidense de 68 años, que ha dado una entrevista al Daily Mail en la que relata cómo pasó 105 minutos clínicamente muerto y qué vio o, más bien, sintió.
Braxton fue ingresado en 2006 en un hospital en el estado de Washington (noroeste de Estados Unidos) para que le quitaran unos cálculos renales, pero la intervención salió mal, provocando una infección masiva que le provocó una parada cardíaca.
Los médicos no lograron reanimarlo y ya habían comenzado a realizar los trámites antes de enviar su cuerpo al depósito, cuando milagrosamente, Braxton despertó y sorprendentemente, sin daño cerebral.
Dean Braxton dice que no sintió miedo durante su experiencia cercana a la muerte, sino que sintió una alegría abrumadora, paz y consuelo, una revelación que transformó su perspectiva de la vida y le dio una “perspectiva eterna”.
El superviviente explica que fue llevado a otro reino que él interpreta que era el cielo, donde según su testimonio se encontró con familiares fallecidos, con ángeles, con Jesús y con Dios.
Una vez en ese reino, Braxton dice que todo lo que encontraba, a lo que se refería como “creaciones”, lo hacían sentir bienvenido, incluso los árboles y los animales. “Sentí que todo estaba vivo, nada estaba muerto, y no me refiero solo a que estuvieran vivos, como el césped que tengo en mi jardín. Es decir, estaban vivos, eran inteligentes”, declara Braxton al Daily Mail.
“Parecía que todo tenía una actitud, una buena actitud, no una mala, y estaban contentos de que apareciera”, prosigue el estadounidense, que dice que fue recibido por sus familiares que ya habían fallecido, encabezados por su abuela, Mary.
Esta bienvenida se extendió a generaciones de antepasados, incluidos aquellos que nunca había conocido durante su vida. Braxton dice que este encuentro le cambió la vida y le reveló la importancia de la familia para Dios, y que le demostró que las familias individuales son tan importantes como la “familia de Dios” en general.
“No sabía lo importante que era hasta que llegué allí. Eso cambió radicalmente mi perspectiva sobre mi propia familia“, dice Braxton en su entrevista con el Daily Mail.
Finalmente, Braxton dice que se acercó a lo que llama “el borde del cielo”, un lugar que no podía describir físicamente pero que creía que significaría abandonar el reino de la realidad terrenal si cruzaba esa barrera. Tras llegar a ese punto, Braxton dice que una voz, que él identifica con Jesús, le dijo: “No es tu hora. Regresa”.
Como muchas personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte han expresado en el pasado, Braxton dice que él no quería abandonar el cielo, pero Jesús le dijo hasta tres veces que era hora de regresar a la Tierra.
El protagonista de esta historia dice que recuerda haber visto su cuerpo sin vida y a la familia y las enfermeras reunidas a su alrededor en el hospital antes de regresar al mundo de los vivos. “Solo recuerdo que mi corazón empezó a latir de nuevo, y los médicos vinieron corriendo y empezaron a hacer todo lo que tenían que hacer”, declara. “No esperaban que viviera ni siquiera después de mi regreso”, agrega.
Braxton concluye que su experiencia no cambió su cuerpo físico, pero sí transformó toda su perspectiva del mundo y el mensaje que difunde a través de su ministerio. “Regresé siendo una persona diferente y mi esposa tuvo que adaptarse porque tenía un marido completamente diferente”, sentencia.