El geólogo Osiris de León afirmó que Oakhouse es un proyecto industrial que incluye una planta de valorización de residuos sólidos para instalarse en La Cuaba, y que no es un vertedero a cielo abierto ni una instalación contaminante. Según el experto, se trata de una industria de valorización techada, operada por ingenieros y dedicada al aprovechamiento de vidrios, plásticos, papeles, cartones, metales y materia orgánica con fines comerciales e industriales.
De León explicó que el proyecto es el primer paso de una futura zona franca industrial, diseñada bajo criterios técnicos para compatibilizar actividad industrial, seguridad ambiental y tranquilidad comunitaria.
Precisó que los líquidos contaminantes se generan cuando las aguas ácidas de lluvia entran en contacto con materiales expuestos al aire libre, un escenario que no existe en Oakhouse, ya que toda la materia prima se manejará bajo techo. “En una industria de valorización, como Oakhouse, la materia prima se mantiene siempre protegida, precisamente para impedir la generación de líquidos contaminantes”, sostuvo.
Aclaró que hay personas que piensan que cuando se habla de residuos sólidos se habla de otro Duquesa, pero que el país ya no puede instalar vertederos a cielo abierto, como Duquesa, y que la nueva Ley 98-25 fomenta la industrialización, aprovechamiento y valorización de los residuos.
Osiris de León destacó que el terreno escogido está compuesto por rocas volcánicas basálticas, una formación geológica naturalmente impermeable, lo que impide la infiltración de aguas hacia el subsuelo. La selección del sitio, explicó, responde a criterios técnicos rigurosos.
El diseño de la planta incorpora drenes franceses perimetrales para manejar las lluvias que caigan sobre el área de operaciones, garantizando que ningún líquido se desplace hacia las zonas vecinas. El objetivo, enfatizó, es ofrecer seguridad y tranquilidad a la comunidad cercana.
Aunque el subsuelo es impermeable, el proyecto contempla la instalación de cuatro pozos de monitoreo permanente del agua subterránea, ubicados en los cuatro puntos cardinales externos a la planta. Estos pozos estarán disponibles para la supervisión de autoridades, entidades independientes y la comunidad.
Para de León, Oakhouse representa un modelo de industria de valorización, diseñado con base científica, ingeniería ambiental preventiva y apertura a la fiscalización. “Cuando un proyecto se explica con datos científicos, y se abre al escrutinio, la confianza deja de ser un acto de fe y pasa a ser una conclusión técnica apoyada por todos”, concluyó.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**