
Donald Trump ha dado un paso más en su guerra contra Nicolás Maduro, al que acusa de ser el líder del Cártel de los Soles. El presidente de EEUU ordenó este martes el bloqueo total de todos los petroleros sancionados por su país que entren y salgan de Venezuela, nación que depende casi en su totalidad de la exportación de crudo. Actualmente hay 18 petroleros bajo sanciones de Washington cargados en aguas venezolanas que están siendo monitoreados por EEUU y, según ha informado este miércoles el portal Axios, el Ejército estadounidense los decomisará si salen a aguas internacionales. Pero Trump no solo está cercando al líder chavista por vía marítima, sino también por la aérea, ya que la Administración Federal de Aviación de EEUU volvió a emitir este martes un aviso a las aerolíneas ante el “empeoramiento de la situación de seguridad”.

“Venezuela está completamente rodeada por la Armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica. Esta solo crecerá y la conmoción para ellos será como nunca antes la han visto“, comenzó diciendo Trump en un mensaje publicado en Truth Social antes de afirmar que el régimen de Maduro ha “robado” petróleo, tierras y otros activos a EEUU y que con ellos ha financiado actividades ilícitas como el narcoterrorismo. “Por lo tanto, ordeno un bloqueo total y completo de todos los petroleros sancionados que entran y salen de Venezuela”, anunció el mandatario estadounidense. Además, recordó que los migrantes venezolanos siguen siendo deportados “a un ritmo acelerado”.
El subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, se pronunció en la misma línea que Trump y dijo que EEUU fue quien levantó la industria petrolera venezolana. “El sudor, el ingenio y el trabajo estadounidenses crearon la industria petrolera en Venezuela. Su expropiación tiránica fue el mayor robo registrado de riqueza y de propiedad estadounidense”, escribió Miller en un mensaje publicado en X. La industria petrolera de Venezuela fue nacionalizada durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez el 1 de enero de 1976. Ese día se creó Pdvsa, que se reservó los derechos de exploración y explotación de los yacimientos (antes en manos de empresas extranjeras).
Caracas no tardó en reaccionar a la orden de Trump. En un comunicado, el Gobierno de Nicolás Maduro tachó de “grotesca amenaza” las palabras del presidente estadounidense y afirmó que Trump “pretende imponer de manera absolutamente irracional un supuesto bloqueo militar naval” para “robar” los recursos que posee Venezuela. Según la Administración del líder chavista, la decisión de Trump viola “el derecho internacional, el libre comercio y la libre navegabilidad”. El Ejecutivo también resaltó que el propio Trump dijo en sus redes sociales que el petróleo y las riquezas de Venezuela le pertenecen. “Venezuela jamás volverá a ser colonia de imperio ni de poder extranjero alguno”, zanjó antes de asegurar que denunciarán estas amenazas ante la ONU.
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, ha dicho este miércoles que las “burdas y soberbias amenazas” de Trump no “intimidan” a Venezuela. “La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) preservará a toda costa el actual sistema constitucional y democrático, así como la integridad territorial del país”, ha señalado Padrino López, que también ha remarcado que el Ejército defenderá los espacios aéreos y marítimos venezolanos. La Fiscalía, la Contraloría General y la Defensoría del Pueblo también han condenado la “aberrante amenaza” de EEUU, que ha anunciado este miércoles una “operación temporal” militar en Ecuador para combatir el narcotráfico en el país.
Rusia, “profundamente preocupada”
La escalada de tensiones con Venezuela también ha provocado la reacción de Rusia. “Estamos profundamente preocupados por las acciones de la Armada de EEUU. Las declaraciones generalmente beligerantes del Pentágono sugieren que, además de las acciones ilegales de hundir buques civiles sin juicio previo en el Caribe, también están planeando una operación terrestre“, ha sostenido el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que ha criticado el “silencio” de Europa ante las acciones de EEUU. Hasta ahora, Moscú ha negado que Caracas haya solicitado ayuda militar para hacer frente a EEUU y se ha limitado a defender a Maduro y a pedir a Washington que no desestabilice la región.
A pesar del bloqueo ordenado por Trump, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) ha asegurado este miércoles que las exportaciones de crudo y de sus derivados se están desarrollando con normalidad. Según ha informado la empresa estatal en un comunicado, los petroleros “continúan navegando con pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas”. Pdvsa ha sostenido, asimismo, que las sanciones, los “sabotajes”, los “ataques cibernéticos” y los “actos de piratería internacional” no han logrado disminuir la capacidad operativa de la empresa.
Estas declaraciones difieren de las informaciones que dio a conocer Reuters el lunes. De acuerdo con la agencia británica, un petrolero que transportaba nafta rusa —diluyente que se debe aplicar al petróleo venezolano para facilitar su flujo a través de oleoductos— para la estatal Pdvsa y al menos cuatro superpetroleros que debían recoger cargamentos de crudo en Venezuela dieron marcha atrás después de que EEUU incautara la semana pasada por orden de un juez el petrolero Skipper. Reuters también indicó que la presión de Washington ha paralizado casi por completo las exportaciones petroleras desde la semana pasada y que los únicos buques que zarpan con crudo venezolano son los de Chevron, gigante petrolero estadounidense que cuenta con autorización para ello.
El incremento de las tensiones entre EEUU y Venezuela también conllevó a que la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA, por sus siglas en inglés) emitiera este martes una segunda advertencia a las aerolíneas sobre el “empeoramiento de la situación de seguridad” al sobrevolar el país. La primera fue emitida el 22 de noviembre y provocó que en torno a una decena de aerolíneas cancelaran sus vuelos hacia Venezuela (entre ellas las españolas Iberia, Air Europa y Plus Ultra). “Las amenazas podrían representar un riesgo potencial para las aeronaves a todas las altitudes, incluyendo durante el sobrevuelo, así como en las fases de llegada y salida del vuelo”, señalaba el aviso de la FAA, que advertía de que el riesgo podría extenderse a los aeropuertos y a los aviones que se encuentran en tierra.


