NUEVA YORK — El estadio de béisbol de los Mets de Nueva York en Queens. Un campo de golf en el Bronx, antiguamente operado por la empresa del presidente Donald Trump. Una sala de tragamonedas en un hipódromo cerca del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy.
Los tres sitios, ubicados lejos del centro turístico de Manhattan, se convertirán en las futuras sedes de los primeros casinos tipo resort de la ciudad de Nueva York, al estilo de Las Vegas.
La Comisión Estatal de Juegos de Azar otorgó el lunes licencias a los tres proyectos para operar en el lucrativo mercado del área metropolitana durante una reunión en un parque junto al río en el Alto Manhattan.
El panel aprobó las licencias con la condición de que cada empresa designara un supervisor externo que informara periódicamente a la comisión para garantizar que cumplieran con sus obligaciones financieras y legales, así como con las inversiones prometidas a las comunidades locales.
Brian O’Dwyer, presidente de la comisión, afirmó que el estado esperaba con interés la promesa de empleos, mejoras en la infraestructura e ingresos del juego.
“Todos tienen una importante tarea por delante, y pueden estar seguros de que esta comisión asume nuestra responsabilidad de mantenerlos bajo control con gran respeto”, dijo a los representantes del proyecto presentes.
La gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, afirmó en un comunicado que los proyectos inyectarían miles de millones de dólares a los sistemas de transporte y educación del estado y crearían decenas de miles de empleos.
Sin embargo, un puñado de manifestantes que se oponen al plan para el Hard Rock del multimillonario propietario de los Mets, Steve Cohen, prometieron continuar su lucha en los tribunales. Ellos y otros opositores a los casinos temen que los proyectos solo aumenten la adicción al juego.
“¡Eligieron a un multimillonario por encima de los neoyorquinos! ¡Qué vergüenza!”, gritó el grupo al salir de la reunión.
La propuesta de Cohen y el Hard Rock contempla un complejo de casino de 8.100 millones de dólares en un estacionamiento junto al Citi Field de los Mets, que incluiría una sala de espectáculos, un hotel y locales comerciales.
Bally’s ha propuesto un casino de aproximadamente 4 mil millones de dólares en el campo de golf Ferry Point de El Bronx, que incluiría un hotel, un centro de eventos, espacios para reuniones, restaurantes y otras comodidades.
Resorts World ha propuesto invertir más de 5 mil millones de dólares para ampliar su sala de tragamonedas en el hipódromo Aqueduct de Queens y convertirla en un casino completo con hotel, restaurantes y opciones de entretenimiento.
Los proyectos superaron a varias otras propuestas que quedaron en el olvido durante la importante competencia.
Entre ellas, se encontraban tres casinos propuestos para Manhattan que fueron rechazados por las juntas locales, incluyendo un Caesars Palace en el corazón de Times Square, respaldado por el rapero Jay-Z. Un plan para un resort en el icónico paseo marítimo de Coney Island en Brooklyn también fue derrotado por la oposición local, y MGM se retiró abruptamente de la otrora concurrida competencia, a pesar del apoyo local.
La comisión estatal del juego recibió autorización para otorgar licencias a hasta tres casinos en el área de la ciudad de Nueva York después de que los votantes aprobaran un referéndum en 2013, abriendo la puerta a los juegos de casino en todo el estado.
Cuatro casinos completos, todos en el norte del estado, ahora ofrecen juegos de mesa. El estado también opera nueve salas de juego sin juegos de mesa en vivo, muchas de ellas a kilómetros de Manhattan.
La decisión del lunes, en cierto modo, fue en gran medida una formalidad. Millones de dólares en ingresos por juegos de azar ya están incluidos en el presupuesto estatal.
Un panel estatal encargado de examinar las propuestas para la comisión también recomendó otorgar una licencia a las tres propuestas restantes a principios de este mes.
La Junta de Ubicación de Instalaciones de Juego, en su decisión escrita, argumentó que la densa y relativamente adinerada población de la región, combinada con el alto nivel turístico, permitiría respaldar los tres planes, a pesar de su relativa proximidad.
El panel indicó que sus consultores estimaron, de forma conservadora, que los casinos generarían un total de $7 mil millones en ingresos fiscales por juegos de azar entre 2027 y 2036, además de $1500 millones en derechos de licencia y casi $6 mil millones en impuestos estatales y locales.
La decisión del lunes también significa que Trump probablemente se lleve un premio sustancial. Cuando Bally’s adquirió los derechos de operación del campo de golf Ferry Point, propiedad de la ciudad, de la Organización Trump en 2023, acordó desembolsar 115 millones de dólares adicionales si obtenía una licencia de casino.
Portavoces de la Organización Trump no respondieron a un correo electrónico enviado el lunes solicitando comentarios sobre la esperada ganancia inesperada.
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