Chile vive desde este lunes los primeros pasos de José Antonio Kast como presidente electo de la República. Aunque no asumirá funciones hasta marzo, ha sido recibido por el presidente en funciones, Gabriel Boric. Además, este martes realizará su primera visita a Argentina, donde se reunirá con el presidente Javier Milei, con quien mantiene una estrecha afinidad ideológica. Desde el Patio de los Naranjos, en el Palacio de La Moneda, Kast ha agradecido el trato del presidente saliente durante las primera horas del traspaso de poderes y ha anunciado que su “Gobierno de emergencia” será mucho más amplio que el de una persona o partido político, pero no ha querido adelantar si los candidatos que le han acompañado en la segunda vuelta de las elecciones formarán parte de su Ejecutivo.
La aplastante victoria de este domingo con el 58,16% de los votos frente al 41,84% de Jannette Jarta ha pintado el mapa del país andino de azul. Es la primera vez que un candidato a la Presidencia gana en todas las regiones y, con 7 millones de votos, se ha convertido en el presidente electo que más apoyo ha recibido desde la llegada de la democracia, arrebatándole el puesto a Boric. La particularidad de estas elecciones en que en ellas se inauguraba la obligatoriedad del voto.
La campaña de Kast que le ha llevado a La Moneda en su tercer intento se centró en la lucha con “mano dura” contra la criminalidad e inmigración, dejando de lado uno de sus aspectos más polémicos: su relación con la dictadura chilena. Y es que Kast se ha convertido en el primer presidente electo de la historia de Chile que hizo campaña y votó por el ‘sí’ en el plebiscito para que el dictador Augusto Pinochet pudiera seguir en el poder. Además, ha defendido el golpe de Estado que acabó con el presidente Salvador Allende. Aunque insiste en que no es pinochetista, ha reconocido en público que aquella etapa —que se resiste a llamar dictadura— fue positiva para Chile pese a las violaciones de derechos humanos y ha afirmado que si Pinochet siguiera vivo votaría por él.
Pese a ello, en estas elecciones al electorado chileno le ha pesado más el voto de castigo y las políticas enfocadas en seguridad. El empeoramiento de países de la región como Venezuela, Colombia o Ecuador han provocado la llegada a Chile de grupos criminales como el Tren de Aragua, que han aprovechado las vías migratorias y los problemas fronterizos para asentarse. Los expertos en seguridad chilena reconocen que, aunque en comparación con el resto de la región Chile es un país seguro, en los últimos años ha aumentado un tipo de criminalidad que antes no se veía en el país. La aparición de delitos como los secuestros, ajustes de cuentas o torturas han cambiado las prioridades de la población chilena, que ahora tiene la inseguridad como su principal preocupación.
Kast también ha pedido paciencia a los ciudadanos por el plan de ajustes que pretende llevar a cabo. En línea con algunas políticas puestas en marcha por Javier Milei, el próximo presidente chileno pretende realizar un adelgazamiento del Estado y un programa de recortes públicos con el que pretende ahorrar hasta 6.000 millones de dólares en 18 meses, aunque todavía no ha explicado cómo lo hará. “Vamos a tener un año duro, muy duro, porque las finanzas del país no están bien. Y los estamos invitando a una travesía para recuperar esos valores para una vida correcta y sana. Pero eso no va a ser fácil, requiere del compromiso de todos”, afirmó este domingo en su discurso tras la victoria electoral.
Emoción entre sus seguidores
El apoyo a Kast que se materializó en las urnas se ha sentido también en las calles de Santiago de Chile, que este domingo por la noche registraba en muchas de sus arterias principales colapsos por una inmensa caravana de sus seguidores. Una de ellas era Victoria, que acudió a la celebración por el resultado electoral junto a sus dos hijos y su pareja ataviados con banderas chilenas. Según reconoce a 20minutos, la llegada de Kast significa “un cambio que el país necesitaba” y que va a traer “crecimiento económico”, algo que le preocupaba al mismo nivel que la “situación de inseguridad”.
En el mismo sentido se expresa Gonzalo, un simpatizante de 46 años que agradece la llegada de una derecha que “combata las ideas de izquierda y la continuidad de este Gobierno”, que apunta que “no ha tenido buenos resultados” en estos cuatro años. Preguntado sobre las posiciones políticas de Kast, cree que “cuando alguien tiene una opinión distinta a lo que uno piensa se le tilda de radical”, pero que “en realidad la amplia victoria demuestra que el país está de acuerdo con esas ideas, que son ideas de derecha, más republicanas y más tranquilas”.
Sobre la posición del presidente electo frente a Pinochet, Margarita reconoce que “obviamente la dictadura no es positiva ni en Chile ni en otro país”, pero que eso no “evita que se vote por un cambio positivo en ese momento”. “Todos hemos tenido alguna relación con el pasado y uno va aprendiendo. Esperemos que este Gobierno también aprenda de lo anterior y que su llegada sea para mejor”. Para esta chilena, que también ha decidido salir a la calle para apoyar a su candidato, “el estallido social que hubo en el 2019 fue gestionado en gran medida por el Gobierno actual, que indultó a gente que hizo daño”. “Creo que el comunismo (en referencia al partido en el que milita Jara) y el Frente Amplio han sido un desastre para el país. Lamentablemente lo que dijeron que iban a hacer no lo ha hecho, por eso he votado por el que me da más esperanza”, sentencia.