
La temporada 2025 ya es historia. El Mundial decidido, las luces apagadas… pero la Fórmula 1 ha querido dejar un último regalo antes de cerrar el año: el tradicional vídeo con la conversación entre los rookies. Un formato que suele dar juego, pero que esta vez —con una de las mejores hornadas de debutantes desde la generación 2019 de Lando Norris y George Russell— ha sido oro puro.
Risas, ataques de carcajadas, anécdotas, confesiones… y una frase que ya es meme en redes:
Max Verstappen, “el papá de los rookies”. O “Dad Max”, como le llaman entre bromas. Y ojo, porque Fernando Alonso tampoco sale mal parado: también le consideran uno de los grandes mentores de esta nueva camada.
Sí, has leído bien: Mad Max ya no solo es el depredador de los domingos. Ahora también ejerce de figura paternal en el paddock.

De ‘Mad Max’ a ‘Dad Max’: el inesperado giro
Kimi Antonelli, el hombre que cargaba con la mayor presión mediática desde que sustituyó a Hamilton en Mercedes, fue el primero en abrir la veda: “Max ha sido muy solidario con todos los rookies”.
Y en el mismísimo instante en que lo dijo, zas, Gabriel Bortoleto —el pupilo de Alonso— interrumpe entre risas: “¿Cómo es que lo llamamos?”
Antonelli, sin dudar: “El papá de los rookies”.
La mesa estalla en carcajadas. Y es que el personaje ha calado. Porque Verstappen, el tetracampeón que este año se quedó a dos puntos de Lando Norris en la lucha por la épica, ha estado todo el año tendiendo la mano a los debutantes: a Antonelli, a Bortoleto, a Hadjar, a Bearman… a todos.
Incluso cuando las redes le cayeron encima al italiano tras el GP de Qatar —acusándolo injustamente de “regalar” puntos clave a Norris— fue Max quien dio un paso adelante: mensajes privados, apoyo y un gesto que Antonelli no olvidará.
Un contraste absoluto con la narrativa habitual. Y quizá por eso ha impactado tanto.
Alonso: el mentor silencioso
Si Verstappen es el padre del grupo, Fernando Alonso es… bueno, el otro padre. O quizá el tío sabio que se sabe todas.
Bortoleto, que forma parte de A14 Management, habla de él con devoción. Pero no es solo con él: varios rookies remarcan la actitud del asturiano este año, siempre atento, siempre disponible y siempre con ese punto de experiencia que se ha notado más que nunca. Alonso, a sus 44 años, ha sido casi un embajador generacional sin quererlo. Y los chavales lo han percibido.
Además, cuando les pusieron una foto de Fernando en la pantalla, muchos dijeron que era el mejor y Antonelli soltó: “Es una leyenda en las radios, tiene las mejores”, mientras que Bortoleto recordaba la radio de Alonso en Singapur en la que le decía a su ingeniero: “Si me hablas cada vuelta, desconectaré la radio”
Una generación que promete — y que se quiere de verdad
No es solo que se aprecien: es que se nota.
En el vídeo casi no pueden hablar de tanto reír —especialmente Bearman y Hadjar—, y cada uno va recordando su gran momento del año:
Una generación talentosa, competitiva… y sorprendentemente unida.
Quizá por eso las figuras de Alonso y Verstappen han sido tan importantes. Porque cuando aterrizas en la Fórmula 1 —del escaparate mediano de la F2 a la maquinaria global más mediática del planeta—, tener dos campeones del mundo abriéndote la puerta marca la diferencia.
Y sí, en 2025 los rookies han tenido dos padres. Uno verde Asturias. El otro naranja Países Bajos.
Y entre los dos, han dejado una de las historias más humanas del año.
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