Causas frecuentes de dolor abdominal en el lado izquierdo
La mayoría de las veces, el dolor en el lado izquierdo del abdomen se relaciona con el aparato digestivo y se debe a problemas benignos, como gases o estreñimiento. Sin embargo, también puede ser la manifestación de una inflamación del colon, de una diverticulitis o incluso de cálculos renales, por lo que el contexto y los síntomas que acompañan al dolor son esenciales.
Gases, hinchazón e indigestión
La acumulación de gas en los intestinos es una de las causas más habituales de dolor leve o tipo cólico en el lado izquierdo. Suele aparecer después de comer rápido, hablar mientras se come o ingerir bebidas con gas. La persona nota sensación de llenura, distensión del abdomen, eructos y flatulencias, que en muchos casos alivian el malestar al expulsarse.
La indigestión provoca molestias sobre todo en la parte alta del abdomen izquierdo, con acidez, ardor y pesadez tras comidas grasas o muy copiosas. En este contexto, el dolor es más difuso y se relaciona claramente con la ingesta.
Estreñimiento y síndrome del intestino irritable (SII)
El estreñimiento genera calambres y dolor por la acumulación de heces en el colon izquierdo. El abdomen se nota duro, la evacuación resulta difícil y aparecen calambres intermitentes que mejoran después de ir al baño. La baja ingesta de fibra, la poca hidratación y el sedentarismo suelen estar implicados.
El síndrome del intestino irritable (SII) se caracteriza por dolor abdominal recurrente, hinchazón y cambios en el ritmo intestinal. La persona puede alternar entre diarrea y estreñimiento, y el dolor suele ceder tras una deposición. El estrés, ciertos alimentos y cambios hormonales pueden agravar los síntomas.
Diverticulitis y otras enfermedades del colon
La diverticulitis aparece cuando pequeños sacos del colon, llamados divertículos, se inflaman o se infectan. Suele provocar un dolor fuerte y constante en la parte baja izquierda, a menudo acompañado de fiebre, náuseas, pérdida de apetito y cambios en el hábito intestinal, con diarrea, estreñimiento o heces con moco o sangre. En personas mayores de 40 años es una causa importante de dolor abdominal izquierdo que requiere valoración médica.
Otras enfermedades inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, también pueden producir dolor en esa zona, asociado a diarrea crónica, cansancio y pérdida de peso.
Cálculos renales y otros problemas no digestivos
Los cálculos renales producen uno de los dolores más intensos descritos en medicina. El dolor aparece en el costado izquierdo, se irradia hacia la ingle y puede acompañarse de sangre en la orina, vómitos y sudoración fría. El malestar suele ser súbito, con picos de dolor punzante que obligan a la persona a cambiar de postura sin encontrar alivio.
En la región baja izquierda del abdomen también influyen infecciones urinarias, que provocan escozor al orinar, necesidad urgente de micción y dolor pélvico. En mujeres, problemas ginecológicos como quistes ováricos, endometriosis o enfermedad inflamatoria pélvica generan molestias en el lado izquierdo, a veces vinculadas al ciclo menstrual. Menos frecuente, pero importante, es el dolor por alteraciones del bazo o del páncreas, que suele asociarse a malestar general y síntomas sistémicos.
Síntomas que pueden acompañar el dolor en el lado izquierdo
El dolor abdominal en el lado izquierdo puede presentarse como presión, pinchazo, dolor punzante o sensación de retorcijón. Los gases y la indigestión suelen ir acompañados de hinchazón, eructos, náuseas y alivio parcial al evacuar o expulsar gases.
Cuando el origen es intestinal, aparecen diarrea, estreñimiento, moco o sangre en las heces y claros cambios en el hábito intestinal. En infecciones o inflamaciones más serias se añaden fiebre, malestar general, cansancio y pérdida de apetito. En problemas urinarios es típica la molestia al orinar, el aumento de la frecuencia y el cambio de color de la orina.
Cuándo acudir al médico por dolor abdominal en el lado izquierdo
Se recomienda buscar atención médica si el dolor es muy intenso, súbito o si persiste y no mejora en uno o dos días. También si se acompaña de fiebre alta, vómitos persistentes, sangre en heces u orina, mareos, debilidad marcada, pérdida de peso sin causa clara o dificultad para respirar. Estos signos pueden indicar una diverticulitis complicada, una obstrucción intestinal, una infección grave o un cólico renal severo.
El dolor leve y pasajero, sobre todo si se relaciona con comidas copiosas, gases o estreñimiento, suele mejorar con hidratación, movimiento y ajustes en la alimentación. Sin embargo, cuando el dolor se repite, cambia de forma o cada vez es más intenso, lo más prudente es que la persona pida cita con un profesional de la salud, sin recurrir a la automedicación prolongada y sin diagnóstico.