Representantes del sector privado han expresado que inversiones como la de una planta de reciclaje orientada a la creación de nuevas botellas plásticas a partir de insumos reciclados podría fomentar que el país se convierta en un referente regional en ese campo.
Diario Libre conversó con la consultora ambiental y directora de la organización Sostenibilidad 3RS, Ginny Heinsen, sobre si en la República Dominicana existen las condiciones para lograr este objetivo planteado durante el primer picazo de la Planta Renacer, en San Pedro de Macorís.
“Estamos en medio de una transformación que nos va a sorprender, de verdad”, manifestó Heinsen sobre este tipo de proyectos, que, a su juicio, agregan valor al reciclaje, sobre todo de plásticos.
“Históricamente las botellitas se recogen, compactan y se exportan sin ningún valor agregado y por eso los precios son sumamente deprimidos y uno las ve botadas en las playas y la ciudad, porque no tiene valor recogerlas”, sostuvo la experta.
En ese sentido, explicó que actualmente el país paga entre dos y cuatro pesos por una libra de plásticos PET. “Eso no es un incentivo (…) Si hay una planta de botella a botella grado alimenticio eso va a garantizar que haya una demanda por las botellitas y eso agrega valor a la cadena, además de interés en que cualquiera quiera recogerla”, destacó.
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El plástico duro
Heinsen detalló que, contrario a lo que se observa actualmente con los plásticos PET, en República Dominicana existe más demanda por el plástico duro, que abarca mesas, huacales, cubetas o sillas. “Esto es porque ese insumo, que es el número 2 o 5 en la cadena de plásticos, se recicla localmente. Un residuo de una silla, mesa o huacal vuelve a ser un producto nuevo”, indicó.
Agregó que el hecho de que el plástico duro cuente en el país con empresas dedicadas a reciclarlo dificulta que las personas dejen este tipo de insumo botado, “ni siquiera en un vertedero”.
Ginny Heinsen sostuvo que en el país hay industriales “extraordinariamente exitosos en el tema del plástico, que no solamente están aquí, sino en otros países”. Agregó que la inversión dispuesta en San Pedro de Macorís es una respuesta a la demanda que tiene el país en conciencia ambiental, además de las que reciben producto de las normativas como las que tratan la responsabilidad extendida del productor o importador.
Durante el lanzamiento de la obra, que se erige en el parque de Zona Franca Quisqueya, sus desarrolladores destacaron que evitará que los desechos plásticos terminen en los ríos, cuyos ecosistemas son gravemente lacerados por la contaminación de estos residuos.
Un ejemplo de esto fue difundido a finales de 2023, cuando científicos españoles informaron que estos desechos albergan todo un reservorio de bacterias nocivas y de genes resistentes a los antibióticos.
Egresada de la UASD de la carrera de Comunicación Social, mención Periodismo. Ha participado como colaboradora en programas radiales y como periodista en El Nuevo Diario y Diario Libre.
