¿Te esfuerzas por llegar antes a tu puesto para quedar bien y ahora dudas si eso puede meterte en un problema? El caso de una trabajadora de paquetería en Alicante, despedida sin indemnización por entrar antes de su horario, ha encendido todas las alarmas. En esta guía se explica qué ha pasado y qué dice la ley española sobre horario, desobediencia y confianza en el trabajo.
Qué ocurrió realmente en el despido
La empleada trabajaba en una empresa de paquetería y empezó a entrar de forma habitual entre media y tres cuartos de hora antes de la hora fijada. Lo hacía cuando todavía no había tareas asignadas y, pese a que la empresa se lo indicó, siguió entrando igual.
La empresa primero le hizo advertencias verbales y después por escrito. Al final, le comunicó una orden muy clara: no podía entrar antes de las siete y media. Aun así, continuó presentándose y accediendo al centro fuera del horario fijado.
El juzgado no solo miró esos accesos tempranos, también tuvo en cuenta que la trabajadora llegó a fichar cuando ya estaba fuera de las instalaciones y que vendió una batería usada de la empresa sin permiso. Para el juez, todo eso dibujaba un patrón de pérdida de confianza y lealtad, no solo un simple conflicto de puntualidad.
Por qué no era simplemente una historia de puntualidad excesiva
Llegar pronto no es un problema en sí. El punto clave fue que la trabajadora ignoró una instrucción directa sobre cuándo podía entrar y empezó, en la práctica, a crearse su propio horario. Había una orden clara de la empresa y se repitió varias veces.
El tribunal entendió que no se trataba de una persona responsable que llega unos minutos antes, sino de alguien que decide actuar al margen de las normas internas. Esa actitud se encuadró como indisciplina y desobediencia, algo que la ley sí considera falta grave dentro de la relación laboral.
Qué dice la ley española sobre el horario de trabajo y la desobediencia
El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo cincuenta y cuatro punto dos, recoge las causas del despido disciplinario. Entre ellas aparecen las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad, la indisciplina o desobediencia, y el abuso de confianza en el desempeño del trabajo. Con esa base, el juzgado declaró procedente el despido y sin derecho a indemnización, al ver un incumplimiento grave y culpable del contrato.
Cuándo puede ser procedente un despido disciplinario por horario
Un despido puede ser procedente por cuestiones de horario incluso cuando la persona llega demasiado pronto, si existe una orden clara de no hacerlo y se ignora de forma consciente y reiterada. En el caso de Alicante, el juez valoró el conjunto: las advertencias, la forma de fichar y la venta no autorizada de material.
Por eso es importante entender que no se castigó a una trabajadora responsable, sino un patrón de desobediencia y abuso de confianza que rompió la relación laboral.
Claves prácticas para trabajadores y empresas tras este caso
De esta historia salen varias lecciones útiles. Para quien trabaja por cuenta ajena, la principal idea es sencilla: si quieres cuidar tu empleo, cuida también la confianza y respeta las normas, incluso cuando pienses que llegar antes solo aporta cosas buenas.
Para quien dirige una empresa, la clave está en dejar las reglas muy claras por escrito, explicar bien cómo se controla el horario y actuar con coherencia cuando haya problemas, documentando advertencias y comunicados.
Cómo protegerte como trabajador sin romper la confianza
Si te gusta llegar con tiempo, habla con la empresa y pide que quede por escrito si ese tiempo cuenta como trabajo o no. Respeta el horario pactado y cualquier instrucción escrita sobre accesos al centro, incluso si te parece exagerada.
No manipules el sistema de fichaje ni registres entradas o salidas fuera de las instalaciones. No uses, retires o vendas bienes de la empresa sin permiso. La mejor defensa siempre es una buena comunicación, y si tienes dudas, pide que te lo aclaren por correo o por otro medio que deje rastro.
Si te ves en una situación parecida, lo más sensato es hablar pronto con un profesional laboralista y revisar tu caso antes de que el problema vaya a más.