El secretario del Tesoro, Scott Bessent, enfrenta lo que podría ser su mayor desafío hasta ahora: solucionar la crisis de asequibilidad mientras da forma a las políticas del presidente Trump sobre aranceles, impuestos y la deuda de 38 billones de dólares del gobierno estadounidense.
Los meses previos a las elecciones intermedias de EE.UU. serán cruciales, ya que el exgestor de fondos de cobertura busca impulsar la economía estadounidense hacia dos trimestres consecutivos de crecimiento, al tiempo que aborda el aumento del costo de vida para todo, desde alimentos hasta automóviles.
Bessent, de 63 años, ha declarado que los elevados gravámenes a las importaciones tienen como objetivo recuperar la manufactura nacional y no constituyen un impuesto a los consumidores. Él y el presidente también han promocionado el uso de palanca para abrir mercados extranjeros a los productos estadounidenses.
Sin embargo, un informe reciente de Bank of America, escrito por su economista senior Aditya Bhave, insistió en que ‘no hay debate’ en que ‘los aranceles han empujado los precios al consumidor al alza’. Los expertos advierten que la política podría conducir a signos de estanflación, donde los precios más altos al consumidor aprietan aún más a los hogares ya afectados por costos elevados, estrangulando el crecimiento económico.
‘De cara a 2026, vemos una economía estadounidense que está cada vez más encaminada hacia un escenario de estanflación ‘lite”, escribieron economistas del prestamista canadiense RBC el miércoles. ‘Los aranceles pesarán sobre el mercado laboral y ejercerán presión al alza sobre la inflación’, agregaron. ‘Nuestra preocupación sigue siendo que aún no hemos visto la transmisión completa de los aranceles a los precios de los bienes de consumo’.
Bessent ha rechazado estas afirmaciones, argumentando que los aranceles desaparecerán con el tiempo como ‘un cubo de hielo que se encoge’ a medida que aumente la producción estadounidense, y que son un movimiento necesario para desafiar a las industrias fuertemente subsidiadas de China.
Los datos publicados el viernes mostraron que el gasto de los consumidores aumentó moderadamente en septiembre después de tres meses consecutivos de sólidas ganancias, lo que sugiere una pérdida de impulso en la economía. ‘Los hogares de ingresos medios y bajos siguen preocupados por sus perspectivas, como lo subraya la débil confianza del consumidor y la ansiedad por la seguridad laboral’, dijo James Knightley, economista jefe internacional para las Américas de ING Bank.
El fundador de Key Square también tendrá que domar los déficits fiscales persistentes, alimentados en parte por los recortes de impuestos de Trump. En consecuencia, Bessent y su círculo íntimo enfrentarán difíciles compensaciones, utilizando potencialmente los ingresos arancelarios o implementando profundos recortes de gastos para frenar las necesidades de endeudamiento del gobierno.
La capacidad de Bessent para lograr victorias económicas tangibles podría determinar el destino del partido, ya que el Partido Republicano tiene mayorías muy estrechas en el Congreso.
El propio Trump tiene previsto estar en Pensilvania el martes para un discurso cuidadosamente preparado para tranquilizar a los estadounidenses que aún sienten la presión, informó The Associated Press el viernes, citando a funcionarios de la Casa Blanca.
El presidente hasta ahora ha culpado en gran medida a su predecesor, Joe Biden, por dejarle una economía devastada por la inflación y una alta deuda. La Casa Blanca ha sido vocal al pedirle al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, que recorte las tasas más rápido como una forma de impulsar el crecimiento a largo plazo, incluso cuando altos ejecutivos de Wall Street como Jamie Dimon han instado a que el banco central permanezca independiente.
Se dice que Kevin Hassett es el principal candidato para reemplazar a Powell, cuyo mandato termina en mayo, y ha indicado que buscará recortar las tasas de acuerdo con los deseos de la Casa Blanca. Sin embargo, algunos conocedores de Washington han minimizado los informes de los medios de comunicación que lo dan como seguro para el trabajo. ‘Solo el presidente lo sabe’, dijo una fuente al Post.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**