El asesinato sin resolver de una joven madre en Colorado en 1987 ha sido vinculado a uno de los asesinos seriales más prolíficos del estado, quien fue liberado de prisión ese mismo año, anunció la Oficina del Sheriff del Condado de Douglas este martes. La dependencia informó que finalmente resolvió el caso de Rhonda Marie Fisher, de 30 años, quien fue agredida sexualmente y estrangulada antes de que su cuerpo fuera abandonado al costado de una carretera en Sedalia, Colorado, el 1 de abril de 1987. Las autoridades determinaron, mediante el uso de células de la piel “excepcionalmente raras” recolectadas originalmente hace 38 años, que Vincent Groves fue responsable del asesinato de Fisher. Groves está considerado uno de los asesinos seriales más prolíficos de Colorado, vinculado a una larga lista de asesinatos en el estado durante las décadas de 1970 y 1980. Finalmente fue capturado y murió tras las rejas en 1996, según un comunicado de prensa de la oficina del sheriff. Groves y otro hombre fueron los principales sospechosos durante años, pero la anticuada tecnología de ADN no pudo vincular definitivamente a uno u otro con el asesinato de Fisher, dijo el sheriff del condado de Douglas, Darren Weekly. “Rhonda Fisher era madre, hija, hermana y amiga. Esta resolución es un testimonio de la persistencia de los investigadores del condado de Douglas, la importancia de la preservación de pruebas y el continuo avance de la ciencia forense”, declaró la oficina del sheriff. Se recolectaron pruebas “mínimas” o trazas de las bolsas de papel que el equipo investigador colocó en las manos de Fisher cuando fue encontrada, explicó Weekly. La medida tenía el objetivo de preservar evidencias, agregó el sheriff. Las células de la piel encontradas en las bolsas coincidieron positivamente con el ADN de Groves, que aún estaba archivado después de haber sido utilizado para vincularlo con tres homicidios anteriores, señaló Weekly. El hermano y los padres de Fisher han fallecido desde entonces, pero un primo sobreviviente estaba “muy feliz de tener respuestas”, afirmó Michelle Kennedy, supervisora de análisis de crímenes en la oficina del sheriff, durante una conferencia de prensa. Groves fue un atleta destacado en la secundaria que se volcó al tráfico de drogas después de abandonar la universidad. Ese camino lo llevó a la trata de personas y, eventualmente, al asesinato, relató Weekly. El asesino serial apuntaba específicamente a mujeres jóvenes vulnerables, con mayor frecuencia autoestopistas, y el sheriff sugirió que Fisher podría haber estado buscando un viaje la noche en que fue asesinada. Groves fue condenado por asesinato en 1982, pero cumplió una escasa sentencia de cinco años, lo que significa que fue liberado el mismo año en que mató a Fisher. Weekly indicó que la oficina no está segura de por qué fue liberado tan pronto. Estuvo tras las rejas nuevamente poco después por los asesinatos en 1988 de Diann Mancera y otra víctima en un condado vecino, según la oficina del sheriff. Murió bajo la custodia del Departamento de Correcciones en 1996. En 2012, detectives de la policía de Denver estimaron que Groves podría ser responsable de más de 20 asesinatos en Colorado. Desde su muerte, ha sido vinculado a otros siete homicidios de mujeres y niñas en el Estado Centenario, excluyendo el de Fisher. Algunas de sus víctimas incluyen a Emma Jenefor, de 25 años; Joyce Ramey, de 23; Peggy Cuff, de 20; y Pamela Montgomery, de 35, según un comunicado de prensa de 2012 de la Oficina del Fiscal de Distrito de Denver. **REDACCIÓN FV MEDIOS**
