Estos son dos temas muy específicos y diferentes. No inventamos esta dualidad para Devin Williams; él simplemente es el atleta más reciente para quien la pregunta resulta especialmente relevante.

En cuanto al primero, engloba una serie de interrogantes. La cuestión se plantea así:
¿Las dificultades de Devin Williams con los Yankees fueron resultado de las vicisitudes propias del lanzador de relevo? Con frecuencia, los especialistas de las últimas entradas —a excepción de figuras como Mariano Rivera— tienen altibajos, de temporada en temporada. ¿Simplemente tuvo un año malo y ahora está listo para una corrección? ¿O es el inicio de algo más prolongado y preocupante? ¿Hubo una lesión de por medio? ¿Un problema de mecánica?
Este es el tipo de preguntas que todos los equipos en cualquier deporte se plantean al fichar a un atleta y comprometer la cantidad de dinero que los Mets acaban de invertir: tres años y 51 millones de dólares por un jugador que llega tras una temporada que no fue la mejor de su carrera, precisamente en su año como agente libre. Son cuestiones válidas y necesarias.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


