#Salud: Los 6 hábitos que ayudan a tu perro a vivir más y mejor

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Hace unas décadas los perros vivían en el patio, hoy duermen en el sofá y son familia. Ese cambio también hizo que nos preguntemos cuánto pueden vivir y cómo ayudarles a llegar bien a la vejez. Proyectos científicos como el Dog Aging Project estudian miles de perros, prueban fármacos como la rapamicina y analizan la edad biológica, pero hay algo muy claro: lo que más pesa en el día a día son los hábitos que tú decides para tu perro.

La buena noticia es que no necesitas un laboratorio para cuidar la longevidad canina. Estos seis hábitos, apoyados por veterinarios y por datos recientes, no solo pueden prolongar la vida de los perros, también ayudan a que esos años se vivan activos, con menos dolor y con menos enfermedades silenciosas.

Ejercicio diario para un perro más sano y con menos enfermedades

Los estudios del Dog Aging Project muestran que los perros que se mueven de forma regular tienen menos diagnósticos médicos, mejor memoria y menos problemas de sobrepeso. La Asociación para la Prevención de la Obesidad en Mascotas recomienda al menos media hora al día de actividad aeróbica, aunque la cantidad exacta cambia según la raza, la edad y el carácter.

Lo que marca la diferencia es la constancia. Un paseo largo solo el fin de semana no compensa días enteros de sofá y, además, aumenta el riesgo de lesiones musculares y articulares. El mejor ejercicio es el que tú puedes mantener en tu rutina y que tu perro disfruta sin acabar agotado.

Por ejemplo, un perro mayor suele agradecer paseos tranquilos pero frecuentes, con más tiempo para oler y menos para correr. Un joven lleno de energía puede combinar caminatas con juegos de pelota moderados y controlados. Los perros con poca resistencia, por ejemplo braquicéfalos, aprovechan muy bien las actividades de olfato en casa, como buscar premios escondidos. Observa si jadea en exceso, cojea o se queda atrás y sube la intensidad poco a poco para cuidar articulaciones y corazón.

Foto Freepik

Socialización y estimulación mental para proteger el cerebro del perro

Los datos de proyectos de envejecimiento canino señalan algo muy llamativo: los perros con más contacto positivo con personas y otros animales no solo parecen más alegres, también muestran menos casos de osteoartritis y problemas digestivos. El juego, los retos mentales y un entorno variado favorecen nuevas conexiones en el cerebro y pueden retrasar el deterioro cognitivo.

La soledad crónica y el aburrimiento afectan al ánimo, al sueño y al sistema inmune. Un perro que se siente acompañado, que juega y que aprende cosas simples como trucos básicos tiene un cerebro más activo y un cuerpo que responde mejor al estrés.

No hace falta gastar mucho dinero para estimular a tu perro. Puedes usar juguetes rellenables con comida, juegos caseros de búsqueda de premios por la casa, rotar los juguetes para que vuelvan a parecer nuevos y probar paseos por rutas distintas para sumar olores y experiencias. Estos pequeños cambios convierten un día normal en un día interesante para su mente.

Alimentación basada en la ciencia y control del peso

La obesidad puede acortar la vida de un perro en cerca de dos años y medio, y la relación se ve en razas pequeñas y grandes. Mantener un cuerpo magro se asocia a una vida más larga y con menos dolor articular. Lo ideal es elegir alimentos completos y equilibrados que cumplan estándares como los de la AAFCO y evitar dietas caseras o crudas sin supervisión profesional, que suelen tener carencias o riesgo de infecciones.

El truco no está solo en qué le das, sino en cuánto. Un plan alimentario bien ajustado a sus necesidades calóricas puede reducir inflamación y envejecimiento precoz de forma parecida a algunos tratamientos en estudio, solo que usando el comedero de cada día.

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Cómo saber si tu perro está en su peso ideal: en casa puedes hacer una revisión sencilla. Toca las costillas; deberías notarlas sin tener que hundir los dedos, pero tampoco verlas marcadas. Desde arriba, la cintura tiene que estar un poco definida, y de lado el abdomen debe verse algo recogido. Lo mejor es pedir a tu veterinario que valore su condición corporal y te dé una ración diaria orientativa en lugar de servir la comida a ojo.

Veterinario, vacunas y antiparasitarios como escudo contra enfermedades

Las revisiones regulares, al menos una vez al año y con más frecuencia en perros mayores, permiten detectar problemas cuando aún son fáciles de tratar. Un estudio reciente mostró que los perros que van de forma habitual al veterinario desarrollan bastante menos enfermedades crónicas, y que los vacunados presentan muchos menos casos de infecciones contagiosas.

Los antiparasitarios internos y externos reducen de forma clara el riesgo de infecciones por parásitos, que pueden afectar intestino, piel, corazón y otros órganos. Todo esto es una inversión; ahorra sufrimiento y, a la larga, también muchos gastos en tratamientos complejos.

Qué revisar en cada visita veterinaria: en cada consulta conviene comentar cualquier cambio en el apetito, la energía, el peso, el comportamiento o el aliento de tu perro. El veterinario puede adaptar el calendario de vacunas, las desparasitaciones y añadir análisis de sangre y orina a medida que envejece. Ir con una lista de dudas ayuda a aprovechar mejor cada visita.

Foto Freepik

Castración y cuidado dental para prevenir cáncer e infecciones silenciosas

La esterilización responsable se relaciona con una vida más larga. En hembras reduce mucho el riesgo de tumores de mama y elimina los de útero y ovarios. En machos previene el cáncer testicular y disminuye muchos problemas de próstata. Además suele bajar la tendencia a escaparse y pelear, lo que reduce accidentes de tráfico y heridas. El momento ideal depende de la raza y del tamaño, por lo que conviene decidirlo con el veterinario.

La boca también cuenta. Las enfermedades dentales provocan dolor, infecciones que se extienden por la sangre y pueden agravar problemas cardíacos. Un cepillado varias veces por semana, apoyado con productos validados por veterinarios, reduce la placa y la inflamación y ayuda a cortar estas infecciones silenciosas.

Rutina dental sencilla para alargar la vida de tu perro

Empieza presentando el cepillo y la pasta especial para perros como si fueran un juego. Los primeros días basta con unos segundos, premiando siempre la calma. Luego puedes ir aumentando el tiempo y la superficie de los dientes que cepillas. Aunque lo ideal sería un cepillado diario, incluso una rutina parcial ya mejora el aliento y disminuye la inflamación de encías, lo que se asocia a menos problemas cardíacos ligados a la enfermedad periodontal.

Al final estos seis hábitos se conectan entre sí: ejercicio constante, buena socialización, alimentación basada en ciencia con peso controlado, cuidados veterinarios, castración responsable y atención a la boca. No son trucos milagrosos, son pasos simples respaldados por estudios amplios como el Dog Aging Project, que buscan perros que no solo vivan más, sino que lo hagan con calidad.

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