Una importante agencia nacional de refugiados fue advertida en múltiples ocasiones sobre el deterioro mental de Rahmanullah Lakanwal, el sospechoso afgano acusado de asesinar a un miembro de la Guardia Nacional y herir críticamente a otro. Según filtraciones de correos electrónicos, el hombre mostraba signos de manía y enfermedad mental desde 2023.
A pesar de estas advertencias y de haber incumplido el contacto obligatorio con servicios sociales estatales, Lakanwal obtuvo asilo en abril de este año. Su comportamiento era tan preocupante que un defensor comunitario local contactó al Comité Estadounidense para Refugiados e Inmigrantes (USCRI) para solicitar ayuda, según documentos revisados por Associated Press.

El refugiado afgano de 29 años, quien trabajó en la Unidad Cero respaldada por la CIA en el Ejército de Afganistán, enfrenta cargos de homicidio en primer grado por la muerte de la especialista Sarah Beckstrom, de 20 años, y el tiroteo del sargento Andrew Wolfe, de 24 años, ocurrido en víspera de Acción de Gracias en Washington, DC.
Lakanwal llegó a Estados Unidos en 2021 bajo la Operación Aliados Bienvenidos, estableciéndose en Bellingham, Washington, con su esposa y sus cinco hijos pequeños. Según los correos, presentaba alternancia entre “períodos de aislamiento oscuro y viajes temerarios”, llegando a pasar semanas en su “habitación oscurecida, sin hablar con nadie”.
Durante estos “episodios maníacos”, supuestamente “tomaba el auto familiar y manejaba sin parar”, viajando hasta por dos semanas solo, conduciendo hasta Chicago o Arizona. El USCRI intentó visitar a Lakanwal y su familia en Bellingham en marzo de 2024, según el autor de los correos electrónicos.
Hasta el momento no se ha proporcionado ningún motivo para los tiroteos ocurridos a pocas cuadras de la Casa Blanca. Tanto el USCRI como el Departamento de Servicios Sociales y de Salud del Estado de Washington declinaron realizar comentarios sobre el caso.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


