El intercambio entre Santiago Matías y una entidad bancaria volvió a mencionarse este fin de semana, luego de conocerse detalles sobre un desacuerdo ocurrido hace varios años en torno a gestiones financieras vinculadas a su labor como representante de talentos. La situación surgió en un contexto de operaciones regulares manejadas por su empresa dedicada a la promoción artística.
En 2019, el creador de contenido mantenía una relación comercial estable con la entidad, sustentada en servicios crediticios y movimientos habituales. Fuentes cercanas indicaron que el origen del caso estaría relacionado con una transferencia internacional aproximada a USD 10,000 enviada por una firma musical para acciones de difusión en territorio dominicano, operación que formaba parte de sus actividades profesionales dentro del ámbito artístico.
El banco aplicó protocolos de verificación establecidos por la normativa vigente y solicitó sustentar el origen de los fondos, tal como se realiza con usuarios cuyos ingresos presentan variaciones. Tras el proceso interno, un comité técnico decidió cerrar las cuentas asociadas al comunicador, aunque permanecieron activos un financiamiento inmobiliario y varias tarjetas de crédito que continuaron con los procedimientos habituales durante ese período.
Matías mantuvo los pagos correspondientes a ese financiamiento relacionado con la vivienda donde reside su madre, pero afirmó que las gestiones finales se tornaron complejas en el proceso de cierre. Al momento de la cancelación, recibió un cheque certificado para retirar sus fondos y posteriormente abrió nuevas cuentas en otra institución financiera, donde trasladó sus operaciones luego de las diferencias surgidas con la entidad anterior.
El episodio no había sido comentado públicamente hasta que el comunicador expresó su inconformidad, indicando que mantenía su desacuerdo desde la decisión adoptada años atrás. Expertos consultados explicaron que estos comités evalúan información sensible, cumplimiento normativo y aspectos operativos, aplicando criterios legales que no representan valoraciones personales sobre los usuarios, sino procedimientos vinculados a regulaciones que deben cumplirse en el sector.
Especialistas señalaron que el sistema financiero dominicano se caracteriza por su rigurosidad debido a las obligaciones de supervisión y a las consecuencias económicas que pueden enfrentar las instituciones si no documentan adecuadamente ciertos movimientos. Actualmente, cualquier banco puede solicitar certificaciones adicionales a usuarios con operaciones inusuales, práctica común para salvaguardar la estabilidad del sector, mientras que Matías completó este año el proceso formal sin gestiones adicionales relacionadas con ese expediente.
**Redacción FV Medios**
**REDACCIÓN FV MEDIOS**