Empleada de 7-Eleven en Oklahoma es despedida tras disparar a cliente que la atacó

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Una empleada de 7-Eleven en Oklahoma fue despedida por disparar a un cliente que intentó estrangularla y amenazó con “cortarle la cabeza”, tras violar la política de la tienda al usar su propio arma. Stephanie Dilyard, de 25 años, declaró que trabajaba sola en el 7-Eleven de Oklahoma City pasada la medianoche del 14 de noviembre cuando un hombre intentó pagar comida con un billete falso de 100 dólares, según reportó KOKH.

La madre de tres hijos afirmó que cuando identificó el billete como falso, el hombre comenzó a amenazarla y se volvió errático. “Me amenazó y dijo que me cortaría la cabeza, y fue cuando intenté llamar a la policía”, recordó.

Dilyard señaló que el individuo comenzó a lanzarle objetos antes de correr detrás del mostrador y agredirla físicamente. “Intenté huir, pero me agarró del cuello y me empujó fuera del mostrador, y fue cuando saqué mi arma y le disparé”, relató.

El sospechoso, identificado como Kenneth Thompson, de 59 años, huyó de la tienda después de recibir un disparo en el estómago. El hombre llegó a unas cuadras del establecimiento antes de llamar al 911.

Thompson fue arrestado en el hospital y enfrenta cargos por agresión, actos de amenaza, intento de usar moneda falsa y violación de libertad condicional por una orden pendiente por delito grave.

Las autoridades determinaron que las acciones de Dilyard estaban justificadas bajo la ley de “stand your ground” de Oklahoma, que permite el uso de fuerza letal ante una amenaza inminente de muerte o daño grave.

Sin embargo, pese a la justificación legal, su empleador la despidió el 17 de noviembre, apenas tres días después del violento incidente. “Dijeron que me separarían del empleo por violación de política”, explicó Dilyard, quien había trabajado sola en el turno nocturno de 11 p.m. a 7 a.m. durante más de dos años.

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Dilyard, quien aún presentaba un rasguño en el cuello y marcas de quemaduras en el dedo por disparar el arma, enfatizó que su única preocupación durante el ataque era poder regresar con sus hijos. “Esta fue una situación donde me sentí entre la espada y la pared, entre elegir mi trabajo o mi vida, y siempre voy a elegir mi vida porque hay personas que dependen de mí”, afirmó.

La ex empleada espera que su experiencia impulse cambios para proteger mejor a los trabajadores, especialmente mujeres, y garantizar que no teman defenderse ante amenazas de vida o muerte. “Si sé que existe la posibilidad de que alguien realmente quiera quitarme la vida, haré lo que sea necesario”, declaró. “Tienes derecho a defenderte”.

Desde que perdió su trabajo, Dilyard inició una campaña de GoFundMe para ayudar con los gastos familiares mientras está desempleada y manifestó no tener arrepentimientos por haberse defendido.

“No tenemos seguridad y no se nos permite portar armas de defensa personal, incluyendo gas pimienta”, escribió en la descripción de su recaudación de fondos. “Nunca esperé estar en esta situación, pero hice lo que tenía que hacer para regresar con mis hijos. Era una buena empleada, comprometida y determinada, pero entre la espada y la pared tuve que tomar una decisión rápida: perder mi vida o perder mi trabajo”.

REDACCIÓN FV MEDIOS