WASHINGTON — El secretario de Estado Marco Rubio y el enviado especial Steve Witkoff trabajaron intensamente el domingo para reactivar el controvertido plan de paz de 28 puntos para Ucrania de la Casa Blanca, después de enfrentar críticas bipartidistas que lo calificaban como una “lista de deseos” rusa.
Antes de una reunión clave en Ginebra, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y aliados europeos expresaron serias reservas sobre la propuesta, que obligaría a Kiev a realizar concesiones territoriales masivas.
Rubio, Witkoff, el secretario del Ejército Dan Driscoll, Jared Kushner y otros funcionarios estadounidenses se reunieron el domingo en Ginebra con la delegación ucraniana para revisar el borrador destinado a poner fin a la guerra, en lo que reportaron fue un encuentro tenso en varios momentos. Finalmente, Estados Unidos aceptó realizar modificaciones al plan.
“No voy a especular”, declaró Rubio a periodistas el domingo. “Me siento muy optimista de que podemos lograr algo aquí”.

“Obviamente, los rusos también tienen voz y voto”, añadió.
Sobre las conversaciones pesaba una gran confusión acerca de los orígenes del plan para terminar la sangrienta guerra en Ucrania, junto con reportes que indicaban que la administración Trump había amenazado con cortar la ayuda militar si Kiev no aceptaba la propuesta.
El sábado, Rubio intentó calmar las preocupaciones durante una llamada con senadores bipartidistas que asistieron al Foro Internacional de Seguridad de Halifax en Canadá. El senador Mike Rounds (republicano por Dakota del Sur), quien participó en la llamada, afirmó que Rubio les había asegurado: “No es nuestra recomendación, no es nuestro plan de paz”.
El senador Angus King (independiente por Maine), también presente en la conversación, indicó que Rubio había sugerido que se trataba de una “lista de deseos de los rusos”.
Sin embargo, tanto Rubio como el Departamento de Estado respondieron rápidamente, con el secretario de Estado afirmando categóricamente que el plan había sido “elaborado por Estados Unidos”.
“Se basa en aportes del lado ruso. Pero también se fundamenta en contribuciones previas y continuas de Ucrania”, precisó Rubio.
Legisladores también informaron que Rubio evitó pronunciarse sobre los reportes que señalaban que la administración Trump amenazaba con suspender la ayuda a Ucrania si no se aceptaba el acuerdo. El secretario de Estado manifestó que no había tenido acceso a esas conversaciones.
El presidente Trump ha declarado públicamente que espera que Ucrania acepte el acuerdo antes del Día de Acción de Gracias.
Durante las negociaciones del domingo, los ucranianos presentaron una contrapropuesta para modificar el plan de 28 puntos, y la parte estadounidense mostró disposición a incorporar algunos de esos cambios, según reportó Axios.
A pesar del tono optimista proyectado ante la prensa, en privado, la delegación estadounidense acusó a sus contrapartes ucranianas de filtrar detalles clave del plan de paz a medios estadounidenses con el objetivo de generar rechazo doméstico, de acuerdo con Axios.
Altos funcionarios estadounidenses habían declarado previamente al New York Post que creían que Rusia había sido la responsable de filtrar el plan.
Zelensky, quien inicialmente había sugerido que el plan representaba una “angustiante elección entre perder nuestra dignidad y libertad y perder el apoyo estadounidense”, expresó gratitud el domingo por los esfuerzos de Estados Unidos para terminar la sangrienta guerra que ha devastado su país durante casi cuatro años.
“Ucrania está agradecida con Estados Unidos, con cada corazón estadounidense, y personalmente con el presidente Trump”, publicó en X, poco después de que Trump se quejara de que Ucrania mostraba “cero gratitud” hacia él.
“¡Gracias a todos los que están ayudando! ¡Gracias, América! ¡Gracias, Europa! Estoy orgulloso de nuestra gente. ¡Gloria a Ucrania!”
Zelensky ha enfatizado que un plan de paz adecuado debe considerar las necesidades de Ucrania y evitar recompensar a Rusia por haber iniciado la invasión y desatado la guerra.
El plan de paz, cuyo borrador se filtró la semana pasada, exige que Ucrania realice concesiones significativas, incluyendo la rendición de toda la región de Donbas, que Rusia no ha logrado capturar completamente tras más de una década de insurgencia y guerra.
Los críticos advierten que ceder el resto de Donbas podría dejar a Ucrania vulnerable a futuros ataques rusos, ya que significaría abandonar ciudades fuertemente fortificadas y proporcionaría a Moscú una plataforma de lanzamiento para nuevas invasiones.
El mes pasado, Trump había favorecido congelar las líneas actuales del frente de batalla para evitar negociaciones territoriales complicadas. Pero los rusos dejaron claro que esa opción sería inaceptable.
Según el plan, Ucrania también tendría que comprometerse a nunca unirse a la OTAN, reducir su fuerza militar de aproximadamente 900.000 a 600.000 efectivos, y otorgar amnistía a todos los involucrados en la guerra, lo que significa que los rusos no enfrentarían acusaciones de crímenes de guerra por las atrocidades cometidas.
A Rusia se le exigieron solo algunas concesiones en el plan, incluido el compromiso de no invadir a sus vecinos en el futuro y que Ucrania obtenga ciertas garantías de seguridad.
Estas garantías, sin embargo, distan mucho del Artículo 5 de la OTAN, que considera cualquier ataque a un estado miembro como un ataque a todo el bloque, dejando escasas repercusiones para Moscú si decide lanzar una tercera invasión a Ucrania.
Estas disposiciones generaron un rechazo inmediato tanto de demócratas como de facciones pro-ucranianas del Partido Republicano.
“Vladimir Putin nunca ha cumplido una sola promesa que ha hecho respecto a Ucrania. Ni una sola vez. Jamás. Y no va a empezar ahora”, advirtió en X el representante Brian Fitzpatrick (republicano por Pensilvania), quien dirige el Caucus Congresional por Ucrania.
“Cualquier acuerdo que requiera depositar algún elemento de confianza en la ‘promesa’ de Vladimir Putin no vale el papel en el que está escrito”.
Los líderes europeos también criticaron el plan, y una versión filtrada de la propia propuesta de paz de la UE, publicada el domingo, pareció constituir una réplica directa.
El plan europeo incluía garantías para que Ucrania mantuviera su integridad territorial, elegibilidad para la OTAN y la congelación de las líneas del frente actuales.
REDACCIÓN FV MEDIOS


