El zoológico más grande de Long Island cerrará definitivamente después de que funcionarios locales acordaran por unanimidad eliminar su financiamiento y trasladar a sus animales -presuntamente maltratados- a centros de rescate especializados.
La Junta Municipal de Brookhaven aprobó su presupuesto para 2026 con una votación unánime de 7-0, decisión que confirmó el cierre del zoológico del Centro Ecológico de Holtsville. El supervisor municipal Dan Panico explicó durante la reunión que “se necesita mucha más inversión y recursos incluso para intentar operar este lugar correctamente”.

El nuevo presupuesto municipal de 367 millones de dólares eliminó los más de 2 millones anuales que se destinaban a cubrir los costos operativos del zoológico gratuito, el cual funcionaba con pérdidas anuales recurrentes. Las autoridades argumentaron que el zoológico estaba fuera de los servicios básicos que debe proporcionar el gobierno local.
El establecimiento alberga aproximadamente 100 animales, en su mayoría rescatados o donados que no pueden sobrevivir por sí mismos en la naturaleza. La diversidad de especies incluye desde águilas calvas y linces hasta búfalos y ganado, todos los cuales serán reubicados en diversos santuarios que puedan satisfacer sus necesidades específicas.
Las graves acusaciones sobre las condiciones del zoológico han generado intensos debates tanto en línea como en las reuniones municipales. Entre los señalamientos más alarmantes se incluyen: dejar morir ahogado a un puma, realizar cirugías sin anestesia para cortar infecciones estafilocócicas en las patas del gallo Larry, ignorar los dientes podridos de la osa Honey mientras se consumía en un pequeño recinto -además de rociarla con una manguera de alta presión- y no tratar el envenenamiento por plomo del pato Nessy.
Kristin Layer, cuidadora principal del centro, había acusado previamente a Panico y otros funcionarios de cerrar el zoológico por “motivos políticos” y para reasignar fondos que permitieran aumentarse sus propios salarios. El presupuesto 2026 efectivamente incrementa los salarios de los representantes electos locales en aproximadamente 30,000 dólares en total.
Sin embargo, Panico y otros funcionarios municipales han negado categóricamente las afirmaciones de Layer, sosteniendo que las acusaciones de maltrato animal, combinadas con los costos crecientes, el personal limitado y la infraestructura obsoleta de décadas, hicieron imposible justificar la continuación de las operaciones.
Jennifer Ramos, residente que vive cerca del zoológico, expresó sentirse “devastada” por el cierre y manifestó que no le molesta que sus impuestos se destinen al santuario animal. “Es muy triste, traigo a mis nietos aquí todo el tiempo y les encanta”, afirmó. “Pero si están maltratando a los animales, tienen que irse. El propósito fundamental de ese lugar es cuidar animales que no pueden cuidarse por sí mismos”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


