El ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, ofreció este lunes una explicación directa respecto al llamado público que le hiciera el productor Santiago Matías durante el fin de semana, luego de que este solicitara su “intervención” en torno al contenido difundido por La Casa de Alofoke. La petición surgió en medio de nuevas oleadas de críticas hacia el reality, cuyo impacto en plataformas digitales ha generado un debate persistente.
Al conversar con los medios de comunicación, Salcedo aclaró que la legislación dominicana no contempla mecanismos específicos para regular producciones digitales de este tipo, lo que limita cualquier posible actuación institucional. Subrayó que la normativa vigente fue concebida para un contexto distinto y no se ajusta a los formatos audiovisuales actuales.
“Tenemos leyes muy anticuadas y esas leyes no contemplan ningún elemento vinculante a las plataformas que hoy están desarrollando este tipo de acciones”, expresó. Añadió que, desde el punto de vista jurídico, el escenario “está un poco inconcluso”, por lo que no existen herramientas para intervenir directamente. Las declaraciones fueron ofrecidas durante el lanzamiento de la revista Aída Cultura.
El intercambio público entre Matías y el ministro tuvo origen en comentarios previos del propio Salcedo, quien reconoció el éxito del reality, pero sugirió moderar su lenguaje y estilo, destacando la necesidad de evaluar la influencia que estos contenidos pueden ejercer sobre la población infantil. Tras sus declaraciones, diversos sectores reavivaron cuestionamientos hacia el programa, que se transmite exclusivamente por YouTube y mantiene un flujo constante de opiniones divididas.
La conversación pública tomó mayor fuerza luego de que el movimiento Matrimonio Feliz acusara a La Casa de Alofoke de “atentar contra los principios éticos y morales” que rigen la convivencia social, advirtiendo que la niñez y la juventud son “los sectores más vulnerables ante este tipo de manifestaciones”.
Aunque no se introdujeron argumentos nuevos al debate, las recientes opiniones reforzaron la discusión sobre la necesidad de actualizar el marco legal para abordar la influencia de los proyectos audiovisuales digitales, cuya presencia y alcance continúan en expansión dentro del ecosistema mediático dominicano.