Santo Domingo, R.D. — La polémica en torno al popular reality show digital La Casa de Alofoke volvió a escalar este fin de semana tras una solicitud formal enviada al Ministerio de Cultura y a la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos, donde se pide evaluar, regular o incluso suspender la producción por considerarla incompatible con los valores éticos y familiares del país.
La petición fue presentada por el Movimiento Matrimonio Feliz, entidad con más de tres décadas en labores comunitarias, la cual sostiene que ciertas dinámicas, expresiones y comportamientos exhibidos dentro del programa “no solo ofenden la sensibilidad colectiva, sino que pueden contribuir a deteriorar la formación moral de niños, niñas y adolescentes que consumen contenido digital sin supervisión”.
Movimiento Matrimonio Feliz: preocupación por impacto social
En la misiva, la organización señala que el acelerado crecimiento de audiencias del reality exige mayor rigurosidad regulatoria, argumentando que la notoriedad del formato le confiere una influencia significativa entre los jóvenes.
La entidad hace un llamado a reforzar políticas de protección infantil, guías de programación y mecanismos de responsabilidad social para productores y anunciantes. La solicitud destaca que el entretenimiento “no puede desligarse del respeto y el fomento de valores fundamentales”.
El reality continúa atrayendo audiencias masivas
La Casa de Alofoke, en su segunda temporada, ha dominado las plataformas digitales locales, superando incluso los 2 millones de usuarios conectados simultáneamente durante su estreno, un hito que la producción ha usado para aspirar a un récord Guinness por transmisión continua.
Pese a su éxito, las controversias han sido constantes. El ministro de Cultura, Roberto Ángel Salcedo, reconoció el impacto mediático del programa, pero también instó meses atrás a moderar el lenguaje y la crudeza de algunas escenas, recordando que el alcance del contenido trasciende franjas horarias y llega a públicos diversos.
Posición de Alofoke Media Group
Frente a los debates públicos y las críticas, el creador y productor Santiago Matías ha reiterado que esta podría ser la última entrega del formato, afirmando que no contempla una tercera temporada. Sin embargo, la continuidad o cancelación aún no ha sido oficializada por la empresa.
Con la solicitud formal en manos del Ministerio de Cultura y de Espectáculos Públicos, se espera que las autoridades evalúen si corresponde aplicar medidas regulatorias o abrir un proceso de revisión del contenido. El tema abre nuevamente la conversación sobre los límites del entretenimiento, la influencia de los creadores digitales y el papel del Estado en la protección de audiencias vulnerables.