Una joven de San Francisco de Macorís expuso ante las autoridades que su ex pareja y padre de sus hijos la atracó y la despojó de varias pertenencias personales, entre ellas un celular, lo que produjo un rebú en las instalaciones del cuartel de la Policía Nacional de esta ciudad. La situación descrita por ella generó la intervención inmediata del personal policial tras recibir la denuncia inicial.
Luego de la exposición formal de los hechos, el hombre señalado fue arrestado y, según indicaron en el cuartel, se le habría ocupado el aparato telefónico que la joven afirmó que le fue quitado. Al ofrecer su explicación, el detenido expresó que tomó el dispositivo porque, según dijo, la joven le había roto uno previamente. Esa versión fue comunicada en el mismo entorno policial sin mayores detalles adicionales.
Posteriormente, una hija del detenido acudió ante las autoridades para exponer su visión del suceso y declaró ante miembros de la prensa local. La joven sostuvo que la mujer que presentó la denuncia estaría tratando de perjudicar a su superior, aunque no ofreció mayores precisiones sobre la afirmación. Esa intervención agregó otro matiz al ambiente que ya se vivía en el cuartel debido a la denuncia original.
La denunciante reiteró ante las autoridades que el hombre la atracó y, además, la intimidó de manera directa, expresando palabras que ella interpretó como un peligro vinculado a su integridad. La joven insistió en que esas expresiones representaron un riesgo para ella, por lo que decidió acudir sin demora a los organismos responsables. También afirmó que el episodio se desarrolló sin presencia de terceras personas que pudieran ofrecer otra versión.
De acuerdo con lo explicado por la misma denunciante, las intimidaciones fueron explícitas y generaron en ella la sensación de encontrarse en evidente peligro, motivo por el cual llamó a las autoridades a actuar con prontitud.
La joven declaró que buscaba protección y una respuesta institucional que permitiera aclarar los hechos y garantizar su seguridad. La situación permanecía en revisión por parte de los agentes, quienes manejaban las declaraciones de las partes involucradas mientras continuaban escuchando testimonios dentro del cuartel, sin emitir consideraciones adicionales más allá de la recepción formal de la denuncia presentada.

