En el municipio de Las Terrenas, provincia de Samaná, un trágico hecho ha conmocionado a la comunidad y generado un intenso escrutinio por parte de las autoridades. El ciudadano identificado como Moisés Jerez perdió la vida al lanzarse desde el interior de un vehículo policial en movimiento, durante un traslado oficial a un centro penitenciario en el que debía cumplir una pena por incidentes de violencia de género. Este acontecimiento, catalogado como lamentable por las autoridades, se concretó a lo largo de la jornada de ayer en la transitada avenida del Bulevar.

Conforme a la información proporcionada por los cuerpos de seguridad, Jerez, quien se encontraba esposado dentro de la unidad, logró disfrazar su intento de evasión hasta el último momento, arrojándose del vehículo en plena marcha. Las versiones preliminares apuntan a que fue una decisión personal que lo llevó a perder trágicamente su existencia, un desenlace que los agentes a cargo no pudieron anticipar ni evitar.

Jerez había sido sentenciado anteriormente por acciones cometidas contra una mujer extranjera, un comportamiento por el cual ya había sido procesado en varias ocasiones, según detallaron fuentes relacionadas con el caso judicial. Durante el traslado, Jerez mostró una actitud de resistencia ante la implementación del fallo judicial que ordenaba su reclusión, lo que ha llevado a las autoridades a revisar las condiciones de seguridad aplicadas en su custodia.
El informe del médico legal concluyó que el impacto con el pavimento causó de inmediato graves traumas craneoencefálicos, los cuales resultaron letales. Posterior al suceso, miembros de la seguridad acordaron enseguida la escena y contactaron a las instancias judiciales pertinentes, informando a la Fiscal de la jurisdicción y siguiendo los protocolos establecidos para la conservación de evidencia y la correcta recopilación de pruebas.
La Dirección Regional de la Policía Nacional y la Fiscalía provincial de Samaná han tomado las riendas de la investigación para clarificar las circunstancias exactas que rodearon el sucinto evento. El cuerpo de Jerez fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para la realización de autopsias y estudios periciales, previos a la devolución a sus familiares.
En paralelo, las autoridades continúan evaluando el acatamiento estricto de los protocolos de custodia y seguridad durante el traslado de personas privadas de libertad, para identificar posibles errores o negligencias en el proceso. Este lamentable incidente ha resonado en los organismos penitenciarios y policiales, incentivando discusiones sobre la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y los servicios de atención psicológica, sobre todo para aquellos detenidos que muestran patrones de comportamiento autodestructivo o resistencia sistemática al cumplimiento judicial.
La comunidad local sigue de cerca el caso, mientras que familiares y allegados de Jerez piden claridad y justicia. Las instituciones involucradas han asegurado que se tomará el tiempo necesario para profundizar en las investigaciones, prometiendo emitir información oficial tan pronto como se desarrollen más descubrimientos y se llegue a conclusiones fundadas sobre el caso. La expectativa se centra en que estos estudios aporten luces sobre las adecuaciones necesarias que deben implementarse para evitar que eventos trágicos de similares características se repitan en el futuro.



