Disparaban desde las colinas de Sarajevo contra civiles indefensos después de abonar sumas astronómicas a las autoridades serbias equivalentes a 80.000 o 100.000 euros actuales. Se trataba de ‘safaris criminales’ llevados a cabo por algunos ‘turistas de guerra’, entre ellos, italianos, … en la década de los 90 que ahora ha empazado a investigar la Fiscalía de Milán.

El punto de entrada para estos ‘cazadores de hombres’, la puerta de acceso de entrada a los Balcanes devastados por la guerra, era Trieste, tal y como han adelantado los periódicos ‘Il Giorno’ y ‘La Repubblica’. Desde esa localidad, cercana a la actual Eslovenia, comenzaban los viajes de algunos italianos que pagaban para unirse a los francotiradores de la milicia serbobosnia y disparar contra civiles indefensos, incluidos mujeres y niños.
La Fiscalía de Milán está convencida de que, entre 1992 y 1996, estos ‘turistas de guerra’, no soldados, viajaban durante unos días a Sarajevo para perpetrar su ‘cacería’. El Ministerio Público está preparado para citar a los primeros testigos de esa atrocidad, con un antiguo agente 007 bosnio a la cabeza. La investigación en Milán está abierta por homicidio doloso agravado por crueldad y motivos despreciables.
El fiscal Alessandro Gobbis busca dar con los italianos que, en ese periodo, estaban dispuestos a pagar por simular una guerra y matar a civiles indefensos «por diversión». En una lista de precios absolutamente inhumana, no todos los ciudadanos tenían el mismo valor: los participantes debían abonar una suma mayor por disparar a niños.
Entre los sospechosos figuran residentes de Lombardía, incluido un milanés que entonces era dueño de una clínica privada, pero también habitantes de Piamonte y la región del Trivéneto. En cuanto al perfil, se trataba de simpatizantes o políticos de extrema derecha, aficionados a las armas que solían practicar en campos de tiro o cacería.


