Redacción.- La Corte Suprema de Estados Unidos optó por no revisar ni modificar el fallo que reconoció el derecho constitucional al matrimonio entre personas del mismo sexo, rechazando así formalmente el recurso elevado de la exfuncionaria de Kentucky, Kim Davis.
La medida llega después de meses de especulación y atención pública ante la posibilidad de que el máximo tribunal, controlado por una mayoría conservadora, reabriera el debate sobre el fallo Obergefell v. Hodges de 2015, que estableció la legalidad del matrimonio igualitario a escala nacional.
La decisión tuvo como epicentro la apelación promovida por Kim Davis, exsecretaria del condado de Rowan, Kentucky, famosa por negarse a emitir licencias matrimoniales tras la sentencia Obergefell.
Davis se enfrentó a demandas civiles de parejas afectadas y, a una orden de pago de 360.000 dólares en gastos legales y compensaciones.
La defensa de Davis, articulada por Liberty Counsel, sostuvo que “Obergefell fue desde el inicio una decisión profundamente errónea”, en palabras de Mat Staver, líder de la organización. “Seguiremos trabajando para que el fallo sea revocado”, añadió Staver.
El fallo reiteró la vigencia del precedente Obergefell en un contexto marcado por el aumento de acciones judiciales que afectan a los derechos de las minorías sexuales y religiosas en Estados Unidos. Desde el histórico dictamen de 2015, cerca de 600.000 parejas del mismo sexo contrajeron matrimonio civil, conforme a estimaciones del Williams Institute de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).


