El sábado en São Paulo resultó ser particularmente doloroso para Red Bull Racing. El equipo perdió ambos coches ya en Q1, lo que se tradujo en la decimosexta y decimonovena posiciones de salida. Aunque para Yuki Tsunoda esto es más regla que excepción, para Max Verstappen representa, lógicamente, una sorpresa muy negativa.
El neerlandés había revitalizado por su cuenta sus aspiraciones al título tras el parón veraniego, pero el domingo se enfrentará a una enorme remontada en el circuito donde ganó el año pasado.
“Nadie esperaba algo así”, comienza el director del equipo Red Bull, Laurent Mekies, al hacer su balance. “Ya estábamos muy insatisfechos con el coche desde que llegamos aquí. Durante los entrenamientos y la carrera sprint ya se podía notar por la radio que estábamos teniendo dificultades, aunque entonces todavía podíamos luchar —no por la victoria, pero sí con ese grupo que venía detrás. Es justo decir que, de cara a la clasificación, tomamos más riesgos para ver si podíamos mejorar el coche. Y también está claro que fue exactamente en la dirección contraria.”
Este año Red Bull ha tenido que asumir este tipo de riesgos varias veces antes de la clasificación, aunque generalmente lograban solucionarlo a tiempo. “Esta es la situación en la que nos encontramos ahora. Y a veces ese es el precio que hay que pagar al tomar riesgos. No siempre sale a tu favor. Esto, por supuesto, es particularmente doloroso, pero debemos aprender de ello y, con suerte, mejorar la situación.” Lo último, lógicamente, ya no es posible para la carrera principal, al menos no sin consecuencias. Cambiar la configuración significaría romper el parc fermé y, por tanto, salir desde el pit lane.
“Hemos cambiado cosas significativas en el coche antes de la clasificación, pero ese es el riesgo que hay que asumir para volver a poner el coche en el rango correcto. Queríamos luchar por cosas más grandes de lo que peleábamos esta mañana en la carrera sprint”, se refiere el francés al P4. “Como he dicho, fue exactamente en la dirección contraria. Fueron cambios arriesgados, pero esa ha sido nuestra estrategia durante bastante tiempo. Es nuestra manera de correr y, a veces —como ahora—, puede doler bastante.” La última vez que ambos Red Bull fueron eliminados en Q1 fue en el Gran Premio de Japón de 2006.
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