La Administración Federal de Aviación (FAA) ha emitido una orden sin precedentes para reducir vuelos a nivel nacional debido al prolongado cierre gubernamental, medida que entrará en vigor este viernes por la mañana.
Los 40 aeropuertos seleccionados por la FAA abarcan más de dos docenas de estados e incluyen centros importantes como Atlanta, Dallas, Denver, Los Ángeles y Charlotte, Carolina del Norte. En áreas metropolitanas como Nueva York, Houston, Chicago y Washington, múltiples aeropuertos se verán afectados, mientras que los efectos secundarios podrían alcanzar aeropuertos más pequeños.

Las aerolíneas se apresuraron a ajustar sus horarios y comenzaron a cancelar vuelos desde el jueves en anticipación a la orden oficial. Según FlightAware, más de 810 vuelos han sido cancelados a nivel nacional. Delta Air Lines cancelará aproximadamente 170 vuelos el viernes, mientras que American Airlines planea reducir 220 vuelos diarios hasta el lunes.
La FAA indicó que las reducciones comenzarán con un 4% y aumentarán gradualmente hasta 10% para el 14 de noviembre. Las medidas serán efectivas entre las 6 a.m. y las 10 p.m. e impactarán a todas las aerolíneas comerciales.
La agencia justificó los recortes como necesarios para aliviar la presión sobre los controladores de tráfico aéreo, quienes han estado trabajando sin pago por más de un mes. Muchos cumplen semanas laborales de seis días con horas extras obligatorias, y un número creciente ha comenzado a ausentarse debido al aumento de la presión financiera y el agotamiento.
“No puedes esperar que la gente vaya a trabajar cuando no recibe un cheque de pago”, declaró Kelly Matthews de Flat Rock, Michigan, una viajera frecuente de negocios que canceló la mayoría de sus viajes próximos.
La medida se produce mientras la administración Trump aumenta la presión sobre los demócratas en el Congreso para poner fin al cierre gubernamental.
Las aerolíneas manifestaron que intentarán minimizar el impacto en los clientes. Algunas compañías planean enfocarse en recortar rutas hacia y desde ciudades pequeñas y medianas.
Según el Departamento de Transporte, las aerolíneas están obligadas a reembolsar a los clientes cuyos vuelos sean cancelados, pero no deben cubrir costos adicionales como comida y alojamiento en hoteles, a menos que el retraso o cancelación resulte de un factor dentro de su control.
El analista industrial Henry Harteveldt advirtió que las reducciones “tendrán un impacto notable en todo el sistema de transporte aéreo de Estados Unidos”.
Los recortes también podrían ralentizar el servicio de paquetes, ya que dos aeropuertos en la lista son centros de distribución importantes para empresas de mensajería: FedEx en Memphis, Tennessee, y UPS en Louisville, Kentucky.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


