Los líderes sindicales dominicanos Pepe Abreu y Gabriel del Río mantienen una posición ambigua en el debate sobre la indexación salarial. Esta semana advirtieron que la aplicación de la indexación no puede condicionarse a la revisión o reducción de programas sociales, marcando distancia del planteamiento oficial de vincular ambos temas.
Sin embargo, ambos se suman al mismo guion que el Gobierno intenta matizar: que hay que “buscar el equilibrio” y “no afectar los subsidios”. Abreu argumentó que el dinero que se le descuenta al asalariado termina regresando al Estado por vía del consumo.
Del Río fue más tajante al afirmar que “el Gobierno no puede violar la ley”, refiriéndose a la ley de indexación suspendida desde 2017. Sin embargo, los sindicatos suelen bajar el tono o esconderse tras mesas de diálogo que nunca concluyen cuando toca exigir su cumplimiento.
Esta postura contradictoria refleja la complejidad del debate fiscal, donde los sindicalistas parecen mantener un pie en la defensa de los trabajadores y otro en la cercanía con el poder gubernamental.
Mientras tanto, los trabajadores siguen pagando más impuestos sin ver reflejado en sus bolsillos el crecimiento económico del que presume el Gobierno.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**