#Salud: Si estás pensando en congelar tus óvulos, esto es lo que debes saber antes de hacerlo

0
194


Cada vez más mujeres consideran congelar óvulos para cuidar su fertilidad sin prisas, ya que la idea es simple, ganar tiempo, mantener opciones y reducir la presión del reloj biológico. Aquí entenderás qué es la técnica, cuándo conviene, cuáles son las tasas de éxito reales, qué costes suelen manejarse y qué cuidados requiere el proceso.

La congelación de óvulos se basa en la vitrificación, un método que conserva las células a muy baja temperatura dentro de nitrógeno líquido. Primero se extraen los óvulos del ovario, se evalúan en el laboratorio y, si son aptos, se guardan en frío extremo. Piensa en ello como poner en pausa una fruta en su punto óptimo para poder disfrutarla más tarde, cuando te venga bien. El objetivo es ganar tiempo y preservar la calidad de los óvulos del momento en que se vitrifican.

Hoy la supervivencia de los óvulos al descongelado es alta, cercana a entre noventa y noventa y cinco por ciento. Esto significa que, al reusarlos en el futuro, la mayoría tolera bien el proceso y mantiene sus características. Cuando se fecundan y generan embriones, su comportamiento suele ser comparable al de embriones creados con óvulos frescos, siempre que la edad al congelar y la calidad inicial fueran buenas. No es magia, es biología aplicada con precisión y mucha experiencia de laboratorio.

La clave está en entender que se preserva la edad del óvulo en el momento de la vitrificación. Si congelas hoy, tus óvulos no envejecen en el tanque. El tiempo pasa para todo, menos para lo que quedó bien guardado. Por eso muchas mujeres usan esta opción cuando quieren aplazar la maternidad y no desean que la calidad ovocitaria siga cayendo con los años.

Vitrificación explicada, seguridad y supervivencia de los óvulos

La vitrificación reduce la formación de cristales de hielo, que es lo que puede dañar las células durante la congelación lenta tradicional. Al usar soluciones crioprotectoras y un descenso rápido de temperatura, el óvulo queda en un estado vítreo estable, lo que protege su estructura y favorece su supervivencia al descongelar.

Es importante saber que congelar óvulos no adelanta la menopausia, no agota la reserva de forma peligrosa y no se asocia a un mayor riesgo para el futuro bebé. La seguridad actual es alta cuando el proceso se realiza en centros con experiencia. Aun así, la edad al congelar y la calidad inicial de los óvulos marcan la diferencia. Cuanto antes se guarden y mejor sea el laboratorio, mayores serán las opciones a futuro.

Qué pasa en la clínica, de la evaluación a la punción

El recorrido empieza con una valoración de la reserva ovárica. Se solicitan hormonas como AMH y se realiza un recuento de folículos antrales mediante ecografía. Con esos datos, el equipo define la pauta de estimulación ovárica durante alrededor de dos semanas. Habrá controles frecuentes para ajustar la medicación y cuidar tu bienestar.

La punción ovárica se realiza bajo sedación suave, es un procedimiento breve y ambulatorio. No duele durante la intervención y, tras un rato de descanso, sueles volver a casa el mismo día. En el laboratorio, el equipo selecciona los óvulos maduros y los vitrifica. Todo el proceso busca ser previsible, seguro y lo más cómodo posible.

Freepik

Cuándo conviene congelar óvulos y qué resultados puedes esperar hoy

El mejor momento para vitrificar es cuando la reserva y la calidad aún son buenas. En la práctica, suele recomendarse decidir antes de que la fertilidad empiece a caer con fuerza. No es una carrera, es una decisión informada, aunque el tiempo sí importa.

Si miramos las tasas de éxito aproximadas según edad, se observan patrones consistentes. Entre treinta y dos y treinta y cinco años, la probabilidad de lograr un embarazo futuro con esos óvulos puede situarse entre cuarenta y cincuenta por ciento por transferencia. Entre treinta y cinco y treinta y ocho años, suele moverse alrededor de treinta y cinco por ciento. Después de los cuarenta años, las opciones bajan a menos de diez por ciento. Son rangos orientativos, no promesas. Cada caso cambia según el número de óvulos guardados, la calidad de laboratorio y la salud general.

Te podría interesar:

La anticipación marca la diferencia. Congelar antes ofrece más margen para reunir un número suficiente de óvulos maduros y mantener mejores perspectivas a futuro. También ayuda mentalmente, porque te permite decidir con más calma y con más cartas a favor.

Edad ideal y cuántos óvulos guardar para tener opciones

En términos generales, lo ideal es vitrificar entre mediados de los veinte y mediados de los treinta. En ese tramo, la respuesta a la estimulación suele ser más predecible y la calidad de los óvulos, más alta. Para tener opciones razonables, a menudo se sugiere almacenar entre ocho y quince óvulos maduros. No siempre se logra en un solo ciclo, por eso algunos planes contemplan más de una ronda si la reserva lo permite y si tú estás de acuerdo.

Probabilidades reales según la edad, expectativas honestas

La edad influye porque con los años aumenta el riesgo de alteraciones cromosómicas en los óvulos. Esto reduce las tasas de fecundación, desarrollo embrionario y nacimiento a término. Si guardas menos óvulos o si su calidad es menor, las probabilidades caen. También pesa la pericia del laboratorio y tu salud general, incluido el estilo de vida.

Imagina dos escenarios. Una mujer que congela a principios de los treinta y guarda un buen puñado de óvulos maduros puede tener varias oportunidades más adelante. Otra que congela cerca de los cuarenta puede necesitar más ciclos para reunir el mismo número y aun así sus probabilidades seguirán siendo más bajas. Por eso conviene pedir una estimación personalizada, con números claros y un plan realista.

Costes, riesgos y preparación emocional para decidir con calma

En España y en buena parte de Europa, un ciclo completo suele moverse entre tres mil y seis mil euros. A eso se suma el almacenamiento anual, que suele estar entre doscientos y cuatrocientos euros, además de posibles tratamientos posteriores como la fecundación in vitro y la transferencia de embriones. Conviene mirar el presupuesto global con lupa, para no llevarte sorpresas.

La estimulación puede provocar hinchazón, sensibilidad mamaria, cambios de humor y cansancio. Tras la punción, es común notar molestias pélvicas leves y algo de sangrado. Suelen remitir con reposo, hidratación, analgésicos pautados y seguimiento cercano. A nivel emocional, es un proceso intenso. Ayuda mucho hablar con el equipo médico, con psicología de la clínica y con personas de confianza. Elegir clínica también importa. Busca experiencia acreditada, tasas por edad transparentes, laboratorio propio, buen acompañamiento y un desglose claro de precios.

Cuánto puede costar y qué servicios incluye el presupuesto

El presupuesto suele cubrir analíticas, medicación, controles ecográficos, punción, vitrificación y custodia durante un periodo inicial. La fecundación in vitro, el cultivo embrionario, el test genético si se indica y la transferencia al útero se abonan aparte. Pide precios cerrados, condiciones de almacenamiento por escrito y una ruta clara para el uso futuro de los óvulos.

Si te lo planteas, agenda una consulta informativa, contrasta expectativas y revisa tanto las cifras como tus valores. Cuida la parte emocional, pon límites sanos y decide sin prisa.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link