Jeff Bezos, fundador de Amazon y Blue Origin, avanza en su visión de establecer colonias humanas permanentes en el espacio exterior. Tras enviar personas al espacio con sus cohetes, ahora busca desarrollar hábitats orbitales que permitan la expansión de la humanidad más allá de la Tierra.
“En las próximas dos décadas, creo que habrá millones de personas viviendo en el espacio. Así de rápido va a acelerarse esto”, declaró durante el Italian Tech Week 2025.

Blue Origin fundamenta esta ambición en un comunicado oficial: “Creemos que, para preservar la Tierra, nuestro hogar, para los nietos de nuestros nietos, debemos ir al espacio para aprovechar sus recursos y energía ilimitados”.
Christian Davenport, autor de “Rocket Dreams: Musk, Bezos, and the Inside Story of the New, Trillion-Dollar Space Race”, explicó a The Post: “Es una pasión de toda la vida para Bezos tener mucha gente mudándose al espacio. Su visión contempla estaciones espaciales tan grandes que la humanidad pueda expandirse por el sistema solar, trasladando toda la industria pesada al espacio. De esta forma, la Tierra se preservaría como un gran parque natural”.
Aunque Davenport reconoce que la versión completa de este proyecto podría estar a siglos de distancia, Bezos ya avanza con un prototipo inicial. Orbital Reef, desarrollado en colaboración con Sierra Space, Boeing y otras empresas, servirá como banco de pruebas.
Blue Origin describe Orbital Reef como una estación espacial capaz de albergar hasta 10 personas, funcionando como un “parque empresarial de uso mixto” en órbita terrestre baja, aproximadamente a 250 millas de altura, cerca de la Estación Espacial Internacional.
James Pethokoukis, analista del American Institute, señaló: “Este es el comienzo de lo que él está promoviendo. Representará un primer gran paso para Blue Origin en términos de vida humana en el espacio”.
La empresa posiciona a Orbital Reef como “la principal estación espacial de uso mixto en órbita terrestre baja para comercio, investigación y turismo”. Prevén un “ecosistema vibrante” financiado por turistas adinerados, naciones que alquilen espacio y empresas —especialmente farmacéuticas— que aprovechen la microgravedad para experimentos imposibles en Tierra.
Diseñada inicialmente para 10 personas, su arquitectura modular permitirá expansiones según la demanda. Para el turismo espacial, la compañía planea ofrecer “hospitalidad exótica” dirigida al uno por ciento más acaudalado.
Orbital Reef es solo el primer escalón hacia las colonias O’Neill, que rinden homenaje al físico de Princeton Gerard O’Neill, pionero en teorizar sobre hábitats espaciales rotatorios que simulen gravedad terrestre.
Bezos no está solo en esta carrera espacial. Elon Musk promueve activamente la colonización de Marte mediante SpaceX. Robert Zubrin, autor de “The New World on Mars” y conocido de Musk, considera más viable el proyecto marciano: “Algunas afirmaciones de Bezos carecen de base sólida; trasladar la industria pesada al espacio para salvar el medio ambiente me parece absurdo. Es más fácil establecer asentamientos en un planeta que construir desde cero. Colonias en Marte son posibles en 20 años, mientras ciudades flotantes en el espacio me parecen inviables tanto en 20 como en 100 años”.
No obstante, el viaje a Marte con tecnología actual toma entre siete y diez meses, y Davenport advierte sobre los riesgos: “Es extremadamente peligroso. Tendemos a romanticizar los vuelos espaciales, pero viajar en cohete es de alto riesgo: radiación intensa, reingreso con calor extremo, paracaídas que deben desplegarse… No es para cardiacos”.
Frente a esta competencia entre magnates, surge la pregunta: ¿por qué dos de los hombres más ricos del planeta parecen tan ansiosos por abandonarlo? Zubrin ofrece su perspectiva: “Musk no está en esto por el dinero. Busca la gloria eterna, realizar hazañas monumentales. Y creo que Bezos comparte esa motivación. Ambos han superado el punto donde el dinero importa. Podría decirse que buscan una forma de inmortalidad”.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


