Redacción.- Al cumplirse dos semanas del impactante robo en el Museo del Louvre, la Fiscalía francesa confirmó este domingo la detención de dos hombres sospechosos de haber formado parte del comando de cuatro personas que perpetró el asalto. Sin embargo, las joyas sustraídas —valoradas en 88 millones de euros y pertenecientes a la Corona francesa— siguen sin ser recuperadas.
Los arrestos se produjeron la noche del sábado, aunque la información fue filtrada por medios locales franceses antes de que la Fiscalía la confirmara oficialmente. La fiscal Laure Beccuau lamentó que la filtración pudiera afectar el desarrollo de la investigación, en la que participan cientos de investigadores.
“Esta revelación solo puede perjudicar los esfuerzos de investigación, tanto en la búsqueda de las joyas robadas como de todos los delincuentes”, declaró Beccuau, añadiendo que se ofrecerán más detalles una vez concluya la fase de detención provisional, que puede extenderse hasta 96 horas.
La primera detención tuvo lugar en el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle, cuando uno de los sospechosos intentaba salir de Francia rumbo a Argelia. La segunda se realizó esa misma noche en Seine-Saint-Denis, a las afueras de París.
El ADN fue determinante para la identificación de los detenidos. Según Franceinfo, las trazas genéticas encontradas en la escena del robo coincidían con los perfiles de ambos sospechosos, quienes ya estaban en el radar de la policía por sus antecedentes delictivos.
Los arrestados, de unos 30 años, fueron trasladados a la policía judicial de París y podrían ser acusados de robo en banda organizada y asociación ilícita con fines delictivos. Los cargos podrían agravarse si se demuestra que contribuyeron a la destrucción o venta de las joyas.
La operación fue liderada por la Brigada de Represión del Crimen Organizado (BRB) y la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC). El ministro del Interior francés, Laurent Nuñez, felicitó a los investigadores por su labor “sin descanso” y reafirmó su “determinación” para continuar las pesquisas.
A pesar de los avances, no hay rastro del botín, sustraído en una operación relámpago en la Galería Apolo del Louvre hace ya dos semanas. El museo reabrió al público el pasado miércoles, aunque dicha galería permanece cerrada.
Mientras tanto, el debate sobre la seguridad del Louvre sigue encendido. Parte de las joyas restantes de la colección fue trasladada al Banco de Francia bajo fuerte escolta policial, con el objetivo de garantizar su protección.
El Louvre, el museo más visitado del mundo con cerca de nueve millones de visitantes anuales, afronta ahora el reto de reforzar su seguridad y reformar sus instalaciones en medio de la masificación turística y la degradación progresiva de sus espacios.


