Santo Domingo.- La reconocida periodista Nuria Piera documentó la alarmante situación de la niñez vulnerable en barrios marginados de República Dominicana, donde menores enfrentan pobreza extrema, desintegración familiar y falta de oportunidades educativas, siendo empujados hacia conductas delictivas.
El caso de Ángel, conocido como “El Diablón”, refleja crudamente este escenario. A sus 13 años, es identificado como líder de una pandilla en Villa Faro. Su historia se viralizó en redes sociales mediante imágenes que muestran a adolescentes en situaciones de ilegalidad, evidenciando un entorno marcado por la precariedad y la violencia.
En Villa Faro, sector densamente poblado de Santo Domingo Este, grupos juveniles “Bloque Z” y “Los Tablones” disputan territorios, generando confrontaciones que deterioran la convivencia vecinal. La madre de Ángel, de 29 años, lo tuvo a los 15. Sin apoyo del padre -radicado en Estados Unidos en tratamiento por adicciones- cría tres hijos sin empleo estable.
Ángel abandonó la escuela en tercer grado por inasistencias reiteradas. Las autoridades escolares reasignaron su cupo a otro estudiante, consolidando su exclusión del sistema educativo formal. Los intentos fallidos de su madre por obtener ayuda psicológica reflejan la carencia de servicios de salud mental accesibles para la comunidad.
En esta zona convergen robos, narcotráfico e inseguridad generalizada, con presencia policial insuficiente. Más de 90 fundaciones y 14 grupos juveniles intentan ofrecer alternativas positivas a los jóvenes, pero enfrentan limitaciones presupuestarias críticas.
Parques y espacios públicos evidencian abandono institucional. Proyectos comunitarios valorados en más de cinco millones de pesos permanecen inconclusos. Escuelas y centros culturales operan principalmente con aportes vecinales, ante la ausencia de apoyo estatal sostenido.
Expertos indican que aproximadamente 60% de los hogares tienen jefatura femenina sin respaldo económico o institucional, acelerando la descomposición del tejido social.
La Policía Nacional creó una dirección especializada en antipandillas y desarrolló más de 2,000 charlas preventivas. No obstante, líderes comunitarios subrayan la urgencia de implementar políticas públicas integrales -educativas, culturales y deportivas- que rescaten a la juventud antes de que caigan en caminos sin retorno.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**