Recientemente, en el sector de Villa Faro, Santo Domingo Este, un hecho evidenció la creciente preocupación por la delincuencia juvenil en la región. El periodista Ramón Tolentino divulgó un video que muestra al padre de un menor, conocido como “Ángel El Diablón”, entregando voluntariamente a su hijo a las autoridades de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM).
Este gesto se interpreta como un esfuerzo por colaborar con las investigaciones sobre una presunta agrupación juvenil involucrada en actividades ilícitas. El evento ocurrió en un ambiente tranquilo y controlado, buscando evitar incidentes mientras se esclarecen denuncias previas de habitantes del barrio.

La divulgación del video por parte de Tolentino no pretende revictimizar al menor de 13 años, sino llamar la atención sobre esta problemática de gravedad. El periodista resaltó la importancia de abordar a la juventud en riesgo, mencionando que muchos adolescentes terminan en el camino equivocado debido al abandono social y familiar. “Es un llamado de auxilio”, expresó Tolentino, subrayando la necesidad urgente de medidas proactivas.
Vecinos de Villa Faro habían manifestado su intranquilidad, argumentando que el grupo juvenil al que pertenecía el menor realizaba actividades ilegales que afectaban la paz del sector. Esta situación generó gran preocupación en la comunidad, que exige a las autoridades una respuesta efectiva para restaurar la seguridad y prevenir futuros incidentes.
Con la entrega de “Ángel El Diablón”, se espera que autoridades del Ministerio Público y la Policía Nacional analicen el caso detenidamente para determinar acciones legales y sociales pertinentes. Esto incluiría medidas de protección, apoyo psicológico y programas de reinserción adaptados a las necesidades del menor y su contexto social.
Hasta el momento, no se han emitido declaraciones oficiales sobre los próximos pasos, pero el caso ha reavivado el debate sobre estrategias de prevención del delito en el segmento juvenil. Se subraya la necesidad de colaboración entre Estado, familias y comunidades para abordar las raíces de esta problemática.
Las expectativas se centran en iniciativas que fortalezcan la seguridad en barrios afectados y ofrezcan oportunidades de desarrollo y educación para jóvenes en situación de vulnerabilidad, evidenciando la urgencia de un sistema integral que atienda sus necesidades y trabaje por su bienestar a largo plazo.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


