El elefante en la habitación mientras Max Verstappen digería su victoria en la carrera sprint de Austin era que representaba un beneficio neto de apenas ocho puntos a su favor, con seis grandes premios por disputarse en la temporada 2025 de Fórmula 1. Eso fue suficiente para entusiasmar a los comentaristas, pero no a Verstappen.
“El ritmo general durante la carrera, esperaba que fuera un poco mejor”, dijo.
“Así que eso es algo en lo que necesitamos trabajar, especialmente si los McLaren F1 no están fuera en la primera vuelta mañana. Creo que si hubieran corrido hoy, habría sido muy difícil mantenerlos detrás”.
Verstappen exige tanto a su equipo como a sí mismo, por eso sintió necesario dejar claro que quizás no habría estado en esa posición si ambos pilotos de McLaren no se hubieran eliminado en la Curva 1 en la primera vuelta. Max pasó gran parte del resto de la carrera quejándose del comportamiento de su coche.
Quejarse es una parte vital de las habilidades de cualquier piloto de carreras, pero Verstappen lo ve todo: su capacidad de pensar en el panorama general mientras exprime al máximo un coche de carreras es parte de lo que lo convierte en múltiple campeón del mundo. Es muy consciente de que, aunque la carambola de la primera vuelta que dejó a los pugilistas naranja mirando en direcciones opuestas fue un regalo, todavía está 33 puntos por detrás de Lando Norris y 55 de Oscar Piastri (los teóricos de la conspiración se volverán locos al ver que esas diferencias coinciden con los números de carrera del equipo Scuderia Toro Rosso de 2015).
Foto de: Sam Bagnall / Sutton Images via Getty Images
Por eso Verstappen no se deja llevar por el resultado del sprint de Austin. Quizás no estuviera haciendo cuentas con una calculadora en el cockpit, pero tiene buen olfato para detectar un hueco.
El hecho es que, si Verstappen ganara todos los sprints y grandes premios restantes, y Piastri terminara segundo en todos ellos, Piastri aún ganaría el campeonato mundial por 458 puntos frente a 447. De darse este escenario, Max podría lamentar su comportamiento torpe en el Gran Premio de España, donde, según algunos, dejó 11 puntos sobre la mesa.
Así que la pregunta que probablemente se hace Max es si su coche, y las circunstancias, pueden combinarse para lograr las victorias necesarias mientras la mala fortuna sigue afectando a los pilotos de McLaren. Cualquiera que haya seguido a un equipo deportivo en apuros —por ejemplo, uno enfrentado al descenso— o incluso a un equipo exitoso con una posibilidad estrecha de gloria, conocerá la sensación de desánimo asociada a este tipo de cálculos.
Tener que ganar todos los partidos restantes mientras tus rivales deben perder es una situación desfavorable, ya que el resultado depende de factores fuera de tu control. De ahí las exhortaciones directas de Verstappen, que, aunque puedan parecer dirigidas a nadie en particular, están destinadas a ser digeridas por su equipo Red Bull Racing.
“Lo acepto. Tomamos los puntos. Es positivo”, dijo.
“Y ahora solo necesitamos mirar hacia adelante, ya sabes, cómo podemos mejorar un poco el ritmo”.
Foto de: Andy Hone/ LAT Images via Getty Images
El último resultado de Verstappen es otro ejemplo más en el que ha maximizado el potencial de su coche en días en que sus rivales por el título seguramente no lo han hecho. Aunque esto no sea un título garantizado como algunos han interpretado, aumenta aún más la presión sobre McLaren y su política de mantener la paridad entre sus pilotos.
Los incidentes en carrera son la suma de muchos factores pequeños, y es tarea de los comisarios determinar si algún piloto es “total o principalmente culpable”. Los líderes de McLaren decidieron que Nico Hulkenberg era el villano en este caso, con Zak Brown sugiriendo que había “golpeado” a Piastri y Norris —una terminología más propia de un asesinato mafioso que de un choque en la primera curva.
Por su parte, el director del equipo Andrea Stella, sin mencionar a Hülkenberg por su nombre, lamentó que los “pilotos experimentados” no actuaran con “más prudencia”.
Esto es un discurso espurio. Cortes al estilo karting, como el que intentó Piastri en la Curva 1 para recuperar la posición frente a Norris más adelante, pueden funcionar en otros circuitos, pero nunca en COTA, donde siempre habrá al menos otro coche intentando ocupar ese espacio.
En este caso, había dos: los de Hülkenberg y Fernando Alonso. Si Piastri hubiera estado menos concentrado en Norris en ese momento, podría haber notado su rápida llegada al espacio que planeaba ocupar.
Esta mentalidad de “¿cómo se atreven a estar ahí?” es bastante irrespetuosa con otros competidores. La lenta salida de Norris y su posterior inmersión en la Curva 1, junto con el hecho de que Piastri no considerara que otros coches casi con seguridad reclamarían el espacio al que planeaba recortarse, fueron factores que contribuyeron al accidente. Por eso, los comisarios declararon “no se tomará ninguna medida adicional”.
Cualquier otro incidente de esta naturaleza casi con certeza pondrá a Verstappen más en juego. De hecho, el panorama general es que el margen de 33 puntos de Norris sobre Max es el punto más débil de McLaren: Verstappen está a solo una o dos victorias de que McLaren tenga que tomar decisiones muy difíciles respecto a las ‘reglas papaya’.
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