Cada 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Menopausia, una fecha promovida por la Sociedad Internacional de la Menopausia (IMS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para visibilizar una etapa biológica que atraviesan millones de mujeres en el mundo, pero que enfrenta silencio, prejuicios y desinformación.
La menopausia marca el final de la vida reproductiva de la mujer y se diagnostica tras 12 meses consecutivos sin menstruación, generalmente entre los 45 y 55 años. No es una enfermedad, sino un proceso fisiológico ligado a la disminución de estrógenos. Sin embargo, muchas veces se asocia erróneamente con “declive”, “envejecimiento” o “pérdida de feminidad”, reflejo de una cultura que ha medicalizado y estigmatizado lo natural.
Los síntomas varían en intensidad y duración: bochornos, sudoración nocturna, cambios de humor, insomnio, aumento de peso, sequedad vaginal o disminución de la libido. También hay impactos menos visibles como la pérdida de masa ósea, alteraciones cardiovasculares y cambios metabólicos que requieren atención médica y acompañamiento emocional.
A pesar de que la mitad de la población femenina pasará por esta etapa, el sistema sanitario de la mayoría de los países —incluida República Dominicana— carece de programas específicos de educación, orientación y prevención para mujeres en perimenopausia y menopausia. Se habla poco de salud hormonal, menos aún de bienestar sexual, y casi nada de las implicaciones psicológicas o sociales de esta transición.
Hoy se impone un cambio de narrativa: hablar de la menopausia desde la vitalidad, la libertad y la experiencia acumulada. Cada vez más mujeres reivindican esta etapa como una oportunidad para reconectarse consigo mismas, revisar hábitos de salud, fortalecer vínculos y romper con el mito de que la vida se apaga después de los 45.
En el país urge integrar la salud hormonal femenina dentro de las políticas públicas. La educación sexual y reproductiva no debe terminar en la adolescencia, sino acompañar el ciclo completo de la vida. La menopausia no es el final de nada, es el inicio de otra etapa que merece bienestar, acompañamiento y respeto.
¿Sabías que más del 70 % de las mujeres dominicanas mayores de 45 años nunca ha recibido información médica formal sobre la menopausia? Romper ese silencio es el primer paso hacia una salud más justa y una sociedad más empática.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**