Después del GP de Singapur y de la asignación del campeonato de Constructores al equipo McLaren F1, el circo de la F1 vuelve a la acción este fin de semana en Austin, Texas, para el GP de Estados Unidos, la segunda de tres carreras en el nuevo mundo.
El circuito estadounidense, del célebre arquitecto Tilke, es una sucesión de curvas inspiradas en los trazados más icónicos del calendario de F1: hay tramos que recuerdan la secuencia Maggots-Becketts de Silverstone, la curva 8 de Estambul y la curva del Arena de Hockenheim.
La pista, por tanto, es muy técnica y se caracteriza por numerosas variaciones altimétricas: la más famosa es la subida de la salida que lleva a la curva 1. Con estas características, el setup ideal requiere un ajuste de compromiso para extraer el máximo potencial del monoplaza en cada curva, especialmente porque en Austin el fin de semana se disputa con el formato Sprint, que concede solo una sesión de entrenamientos libres antes de la clasificación Sprint.
Foto de: MegaRide
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Como se muestra en el gráfico, los neumáticos están muy exigidos en gran parte del trazado: el primer sector compromete por igual tanto las ruedas derechas como las izquierdas debido a los repentinos cambios de dirección a alta velocidad que generan mucha carga lateral y aceleraciones laterales. Otra zona a destacar es la comprendida entre las curvas 16-17-18, una serie de tres curvas a la derecha a alta velocidad que generan mucha carga lateral, afectando especialmente a los neumáticos izquierdos.
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Para este fin de semana, Pirelli introduce un salto de compuesto, poniendo a disposición de los equipos tanto el compuesto más duro, C1, como los compuestos medios C3-C4. El objetivo de esta elección es doble: gestionar las elevadas cargas longitudinales y laterales, y ofrecer diferentes estrategias a los equipos.
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Debido al poco uso del trazado, el agarre esperado en esta pista es variable: medio-bajo al inicio del fin de semana para luego mejorar en cada sesión.
Foto de: MegaRide
El desgaste esperado en este circuito es medio-alto, principalmente por un asfalto especialmente abrasivo. Los neumáticos traseros están muy estresados debido a las bruscas frenadas y a la elevada tracción que exige el circuito.
No se quedan atrás los neumáticos delanteros, por los rápidos cambios de dirección. El circuito es particularmente exigente y técnico, y ofrece numerosas oportunidades de adelantamiento, favoreciendo el espectáculo en carrera. Sin embargo, siguen siendo importantes la clasificación y las estrategias en boxes.
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