La candidata demócrata a gobernadora de Nueva Jersey, Mikie Sherrill, ha modificado en múltiples ocasiones su relato sobre su participación en el escándalo de trampas de la Academia Naval de Estados Unidos en la década de 1990, lo que ha generado escepticismo entre sus excompañeros.
“No me la creo, y hablo en nombre de muchos compañeros que me contactaron”, declaró Brent Sadler, quien se graduó en 1994 junto con Sherrill y actualmente es investigador principal en Heritage Foundation.

Sherrill confirmó el mes pasado que no participó en la ceremonia de graduación y afirmó que fue penalizada porque “no delató a algunos de mis compañeros”. La congresista explicó en un evento: “Había un examen robado en la escuela. No me di cuenta de que estaba robado. Tomé el examen, después supe lo que decían los rumores. Conocía a personas implicadas. No revelé esa información”.
Sin embargo, la semana pasada, tras su debate contra el oponente republicano Jack Ciattarelli, Sherrill sugirió que sí proporcionó información a los investigadores: “Cientos de personas en mi clase hablaron con investigadores. Cuando lo hice, les dije lo que sabía”.
Su campaña se negó a aclarar si Sherrill finalmente delató a sus compañeros. El New Jersey Globe, medio que reveló originalmente la prohibición de su participación en la graduación, informó que ya circulaban rumores durante su campaña congresional de 2018 sobre su posible implicación en el escándalo.
La congresista se ha negado sistemáticamente a divulgar su expediente disciplinario completo, documento que podría esclarecer los hechos. Una fuente involucrada en la investigación original expresó dudas sobre su versión: “Tendría que haber más en esta historia, considerando el castigo que recibió”.
Sadler argumentó que Sherrill parece “intentar ocultar y evadir” y cuestionó si recibió disciplina adicional. El código de honor de la academia establece claramente que los cadetes “no mienten, no hacen trampa y no roban”.
Otro punto controvertido es el vacío de 254 días en el historial de Sherrill después de graduarse, período durante el cual permaneció en Annapolis. Su campaña afirmó que esperaba una vacante en la escuela de vuelo, explicación que Sadler cuestionó: “No tiene sentido para mí”.
El escándalo, que captó la atención nacional en los años 90, involucró un examen del 14 de diciembre de 1992 para Electrical Engineering 311. De los 663 estudiantes que tomaron la prueba, 88 fueron declarados culpables. Aproximadamente dos docenas fueron expulsados y al menos 64 recibieron sanciones menores como graduación tardía.
Al ser consultada directamente sobre si Sherrill pasó por un proceso de remediación de honor, su campaña desvió la atención hacia su oponente: “Jack Ciattarelli intenta desacreditar desesperadamente a Mikie Sherrill porque está inmerso en un escándalo tras ganar millones publicando desinformación sobre opioides”.
Como respuesta, la campaña de Ciattarelli anunció planes de demandar a Sherrill por sus acusaciones durante el debate, donde afirmó que el republicano “mató a decenas de miles de personas” a través del contenido publicado por su empresa editorial.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


