El enfrentamiento se acerca y, como es de esperar, la presión va en aumento. En las diecisiete primeras carreras de la temporada, McLaren ha gestionado a sus pilotos de forma impecable según sus reglas, intentando limitar cualquier fricción y consiguiendo mantener la relación de confianza con sus dos pilotos, Lando Norris y Oscar Piastri.
Las ya famosas “reglas papaya” han funcionado hasta ahora con la misma eficacia que en el MCL39, algo que ha permitido al equipo ganar su segundo campeonato de constructores consecutivo a falta de seis carreras (y tres sprints) por disputarse esta temporada.
Sin embargo, hay un reto al que McLaren todavía se debe enfrentar, una prueba que de hecho empieza ahora, o quizás ya empezó el pasado fin de semana en Marina Bay. En la Fórmula 1 cada aspecto se lleva al extremo, el reto es que todo funcione al máximo, no hay término medio. Los márgenes de tolerancia nunca han formado parte de este deporte, el imperativo es exprimirlo todo al máximo siempre.
La premisa sirve para situar en este escenario las “reglas papaya”, es decir, el conjunto de reglas exigidas a los pilotos (y no sólo) por los altos cargos de McLaren, una especie de código de comportamiento que está bajo la bandera del fair-play que pretende dejar a los pilotos libertad para competir.
De hecho, Norris y Piastri tienen dos entidades diferentes que vigilan su comportamiento en la pista: los comisarios y su propio equipo, que evalúa y toma decisiones como hemos visto en varias ocasiones. Hasta ahora las cosas han ido bien, pero la prueba definitiva, la que pondrá a prueba todo el sistema, empezará a partir de ahora.
La historia de la Fórmula 1 nos enseña que las luchas más duras se producen cuando llegan las últimas carreras de la temporada, en escenarios en los que no hay posibilidad de remontar. Cuando un piloto llega a jugarse el campeonato en el último apretón, el listón de la tolerancia suele elevarse; hay numerosos ejemplos de pilotos que han recurrido a juegos y maniobras que han ido más allá de lo permisible para lograr el objetivo.
Lando Norris, McLaren, Oscar Piastri
Foto de: Sam Bloxham / LAT Images vía Getty Images
“Cada piloto tiene sus propias aspiraciones”, explicó el director del equipo, Andrea Stella, “y éste es un principio fundamental que forma parte de nuestra manera de entender las carreras. Queremos proteger este concepto de ‘dejarles correr’, pero por supuesto sabemos que hay dificultades para ponerlo en práctica. Tenemos que ser minuciosos y tener integridad en nuestros planteamientos. Estoy muy orgulloso por la forma en que Lando y Oscar han participado en este proceso por ahora, han sido personas que han contribuido mucho, y por eso también hemos tenido éxito hasta ahora”.
“Trabajaremos duro para que nuestro planteamiento funcione el resto del curso y en los años venideros”.
La parte más difícil, la verdadera prueba de resistencia de este reglamento interno, llega ahora. En las próximas carreras podría haber episodios fuera del control del equipo que podrían afectar a la clasificación de pilotos y la lucha por el mundial, pero lo que todo el mundo espera es ver una apasionante batalla en la que Piastri y Norris luchen punto cada punto hasta Yas Marina.
En términos de presión, cuanto más nos acerquemos al final de la temporada y más eléctrico se vuelva el ambiente, los pilotos empezarán a correr pensando en sus propios beneficios carrera a carrera, pero sobre todo en los puntos de la clasificación general, destinados a convertirse en el único campeón.
En este escenario, la aplicación de las “reglas papaya” podría ser mucho menos sencilla de lo que se ha visto hasta ahora. Imaginar lo que se vio en la carrera de Monza (cuando Piastri obedeció las órdenes de equipo cediendo su posición a Norris) en un GP de Abu Dhabi donde el que acabe delante ganaría el campeonato no es tan evidente.
Será un paso importante para la filosofía de las ‘reglas papaya’. “Tenemos que ser precisos porque hay mucho en juego”, explicó Stella, “no se trata sólo de los puntos del campeonato, sino también de la confianza de nuestros pilotos en la forma en que funcionamos como equipo, y eso es incluso más importante que los propios puntos. Depende de nosotros ser capaces de funcionar con la máxima precisión necesaria y teniendo todas las conversaciones que hagan falta”, concluyó el director de McLaren en el Gran Circo.
Queremos tu opinión
¿Qué le gustaría ver en Motorsport.com?
– El equipo de Motorsport.com