Por primera vez, la FIA ha emitido una advertencia de “peligro por calor” para los equipos antes del Gran Premio de Singapur de este fin de semana, ya que se prevé que las temperaturas alcancen los 31 ºC.
Esto significa que todos los coches deben llevar los componentes extra necesarios para hacer funcionar los chalecos refrigerantes. De momento, depende de los pilotos llevarlos o no, pero si deciden no hacerlo, obviamente tendrán que llevar lastre.
El punto de partida para inventar dicho sistema fue el Gran Premio de Qatar de 2023, en el que, entre otros, Logan Sargeant tuvo que abandonar en carrera por un golpe de calor y Esteban Ocon vomitó repetidamente en su casco durante las últimas vueltas.
La mayoría de los equipos han probado sus sistemas en los entrenamientos, algunos en entornos de carrera, pero la introducción de la tecnología se ha visto acosada por dificultades técnicas y prácticas. Por eso los chalecos refrigerantes siguen siendo opcionales por ahora, pero serán obligatorios en 2026.

Como suele ocurrir con las tecnologías de seguridad y bienestar, muchos pilotos reaccionaron ante los chalecos refrigerantes como una amenaza a su masculinidad, pero los que los probaron en ambientes calurosos descubrieron sus ventajas, se corrió la voz y se está produciendo un cambio de mentalidad.
George Russell fue el primero en usar el chaleco refrigerante, en Bahrein esta misma temporada. No sólo notó las ventajas en cuanto a comodidad a lo largo de la carrera, sino que le permitió estar mejor equipado para gestionar el grave problema eléctrico que afectó a su coche.
George Russell, Mercedes
Fotografía de: Andrej Isakovic – AFP – Getty Images
En Arabia Saudí, otros pilotos evaluaron los chalecos refrigerantes en los entrenamientos, entre ellos Russell de nuevo, su compañero de equipo Andrea Kimi Antonelli, Oscar Piastri, Oliver Bearman, Alex Albon, Carlos Sainz, Pierre Gasly y Yuki Tsunoda.
“Ya está declarado [el riesgo por calor], así que todos tenemos que montar el lastre de todos modos”, dijo Nico Hulkenberg en Singapur. “Tienes que montar el lastre, así que entonces es mejor llevarlo“.
“En realidad, todavía no lo hemos hecho funcionar correctamente, así que todavía tenemos que verificarlo y probarlo. Lo haré, sí. Después de Yeda, estaba frito después de la carrera. Hacía mucho calor. Tenía a Alex Albon a mi lado en el avión, él corrió la carrera con eso y estaba fresco como un pollo. Así que me dije: la próxima vez lo usaré yo”, añadió el de Sauber F1 Team.
El hecho de haberse declarado el peligro por calor hace que la decisión de llevar o no chalecos refrigerantes sea más clara, ya que ahora todos los coches deberán llevar la arquitectura necesaria para hacer funcionar los chalecos refrigerantes o 5 kg de lastre si un piloto opta por no usar el chaleco.
Los pilotos también señalaron problemas prácticos con los chalecos refrigerantes al principio de la temporada. La naturaleza del sistema (unos 50m de tubos de calibre fino que transportan líquido refrigerante alrededor de un chaleco hecho a medida que rodea el torso del piloto) son un claro inconveniente ya de por sí en el estrecho cockpit de un Fórmula 1.
El punto de entrada de los tubos también planteó problemas: la conexión es, por naturaleza, bastante abultada, pero tiene que ir a alguna parte, y la ubicación original por encima de la cadera no se consideró como óptima. Esteban Ocon de hecho lo comparó con una pelota de tenis.
Ahora el conector está en la parte delantera, pero aún puede estorbar a los cinturones de seguridad.
Lando Norris, McLaren
Foto de: Clive Rose / Fórmula 1 vía Getty Images
Ha habido otros problemas prácticos, como Lewis Hamilton que dice que el chaleco “pica mucho”. Por su propia naturaleza, los tubos flexibles pueden engarzarse en el estrecho cockpit de un F1, impidiendo el flujo adecuado. Además, el interior de un F1 es uno de los entornos más hostiles del mundo, donde las temperaturas pueden superar los 40 ºC. El funcionamiento fiable de la arquitectura de refrigeración obviamente no siempre está asegurado.
Si el intercambiador de calor falla o no puede satisfacer la demanda, como ha ocurrido ocasionalmente en las carreras de coches deportivos, puede acabar bombeando líquido caliente en lugar de refrigerado alrededor de la piel del piloto. Algunos equipos de F1 que probaron el sistema descubrieron que se averiaba antes de finalizar la distancia de una carrera.
A pesar de estos miedos, entre los pilotos está surgiendo el consenso de que merece la pena probarlo este fin de semana en Singapur, aunque se trate de una carrera en la que el calor y la humedad son un hecho y la mayoría de los pilotos realizan un entrenamiento específico para ello.
“Singapur, es una de esas carreras para las que te puedes preparar de todas las maneras posibles”, dijo Lance Stroll, que se desmayó durante el Gran Premio de Qatar 2023.
“Entrenamiento con calor, sentarse en saunas, yo me senté en una sauna toda la semana. Pero por mi experiencia, hagas lo que hagas, siempre es una carrera brutal física y mentalmente, porque hay demasiados desafíos de la pista, con los muros, no hay margen para el error”.
“Y sólo el cockpit, el calor del coche, temperaturas increíblemente altas. Así que sí, probaré el chaleco, a ver si funciona. Pero creo que no importa lo que pase, quizá sólo funcione durante cinco vueltas y luego no tengas más refrigeración. Entonces serán 50 vueltas de sufrimiento”, añadió.
Oliver Bearman, Haas F1 Team
Foto de: Peter Fox / Getty Images
“Creo que sólo por la temperatura no es tan malo para nosotros”, dijo Sainz. “El ejemplo lo tenemos en Hungría, donde hace mucho calor pero no hay humedad. La humedad por sí sola no es tan mala si no hace demasiado calor, pero cuando hay 28 o 30 grados más la humedad, es cuando se llega a lo que tenemos en Singapur y es muy difícil”.
“Los equipos están consiguiendo que [el sistema de refrigeración] funcione cada vez mejor. Al principio funcionaba más o menos durante media hora. Espero que ahora todo el sistema pueda funcionar al menos durante una hora”.
“Es una carrera de dos horas. De nuevo, he corrido en Singapur 10 veces. Si se rompe o no funciona, no me preocupa. Haré la carrera y saldré fresco como siempre. Pero si funciona, mejor, porque así sufriremos un poco menos”.
Para el año que viene, la nueva generación de coches deberá incorporar el hardware necesario para hacer funcionar los chalecos refrigerantes y se entiende que se está trabajando entre bastidores para hacerlo más resistente a las hostiles condiciones de funcionamiento de un monoplaza de F1.
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