Una tragedia conmovió a la comunidad de Parelheiros, en la zona sur de São Paulo, Brasil, cuando una mujer de 37 años, identificada como Caline Arruda, perdió la vida tras ser atacada con un arma blanca presuntamente por su propio hijo de 8 años.
El hecho ocurrió dentro de la vivienda familiar, donde también se encontraban el padrastro del niño y un hermano mayor de 19 años.
Según las primeras informaciones, la madre había reprendido al menor por su conducta y le advirtió que hablaría con un familiar sobre su comportamiento.
Minutos después, el niño habría tomado un cuchillo de la cocina y, ocultándolo bajo la ropa, se aproximó a ella y la hirió en el abdomen.
Tras recibir la puñalada, la víctima aún logró pedir un último abrazo al hijo antes de perder el conocimiento.
Vecinos intentaron auxiliarla y la trasladaron de urgencia al Hospital do Baneario, pero llegó sin vida debido a la gravedad de la lesión.
Autoridades locales informaron que el menor fue entregado al Consejo Tutelar, ya que por su edad no puede ser responsabilizado penalmente.
La Policía Civil continúa con las investigaciones y aguarda los resultados de las pericias para esclarecer cómo se produjo el ataque.
Personas cercanas a la familia relataron que la víctima atravesaba un historial de dolorosas pérdidas: dos de sus hijos habían fallecido hacía aproximadamente dos años, uno de 14 años a causa de una agresión y otro de 2 años por enfermedad.
Tras esos sucesos, el comportamiento del hijo de ocho años habría comenzado a mostrar cambios notables, como irritabilidad y dificultades para controlar sus emociones.
El cuerpo de Caline Arruda será entregado a sus familiares en medio de un clima de consternación y profundo impacto comunitario.
La Policía evalúa realizar entrevistas especializadas y un análisis detallado del entorno familiar para esclarecer todas las circunstancias que rodearon esta tragedia.



