El cuerpo de Camila Belén Toledo González, de 16 años, fue encontrado el martes alrededor de las 18:30 horas en un terreno baldío de la compañía Isla Aranda, en la ciudad de Limpio, Paraguay, a unos 900 metros de la Ruta Luque–Limpio.
La adolescente presentaba signos de violencia física y, según la autopsia, falleció por asfixia por estrangulación manual.
El hallazgo tuvo lugar en un descampado cercano al vecindario donde la víctima residía.
De acuerdo con las coordenadas registradas (25°12′21″S, 57°27′19″W), el sitio se encuentra en las afueras de Limpio, un área con tránsito frecuente pero con sectores poco iluminados y de escasa vigilancia.
Camila vivía en la misma comunidad bajo el cuidado de una madrina, aunque llevaba una vida casi independiente, incluso haciéndose responsable de su hermano menor, de 12 años.
Su padre había fallecido tres años atrás y su madre se encuentra privada de libertad desde 2024 por su presunta participación en un asalto a un conductor de transporte público.
El comisario principal José Acosta, jefe de la Comisaría 9ª Central, informó que la adolescente fue vista por última vez el domingo en Limpio. Ese mismo día, según la Fiscalía, habría visitado la Costanera de Asunción en compañía de amigos.
No existía una denuncia formal de desaparición. Una amiga declaró que Camila subió a un automóvil con un hombre que la recogió en el centro de la ciudad, dato que está siendo verificado por los investigadores.
El director de Medicina Legal del Ministerio Público, doctor Pablo Lemir, indicó que la causa de muerte fue estrangulamiento manual.
Además, la víctima presentaba golpes en el rostro, escoriaciones y arañazos, compatibles con un intento de defensa frente a su agresor.
Los especialistas también tomaron muestras para determinar si hubo violencia sexual, lo que no ha sido confirmado pero se investiga como una posibilidad.
El fiscal Víctor Villaverde, responsable del caso, señaló que la hipótesis principal apunta a un posible feminicidio.
Se están recopilando registros de cámaras de seguridad de las zonas donde la adolescente fue vista por última vez. En paralelo, agentes de la División de Homicidios analizan testimonios y el entorno social de la víctima.
El último novio de Camila, con quien había terminado la relación dos meses atrás, se presentó voluntariamente ante las autoridades para colaborar con la investigación.
También se recogen declaraciones de allegados y amistades cercanas.



