Santo Domingo. – El director de la Dirección General de Desarrollo Fronterizo (DGDF), general (R) Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, realizó un recorrido de supervisión por las provincias Pedernales, Jimaní y Elías Piña, con el objetivo de dar seguimiento a los trabajos de construcción de los mercados binacionales que impulsa el Gobierno en la zona fronteriza.
Zorrilla Ozuna aclaró que estas jornadas no tienen carácter de persecución, sino de supervisión y análisis técnico, a fin de levantar información precisa y elaborar un informe detallado para el presidente Luis Abinader sobre el avance de las obras.
Los mercados binacionales representan una pieza fundamental en la estrategia de desarrollo de la franja fronteriza, al crear espacios modernos, seguros y organizados para el intercambio comercial. Con su puesta en funcionamiento se busca no solo fortalecer la relación económica entre República Dominicana y Haití, sino también generar empleos, dinamizar la producción local y ofrecer condiciones dignas a comerciantes y ciudadanos.
En Pedernales, el recorrido incluyó la obra dirigida por el ingeniero Iven Segura, acompañado por el general Coronado, supervisor del muro fronterizo; la gobernadora Edilda de Oleo; el alcalde municipal Alfredo Francés; y el coronel Morlin Fabián Florentino, director de Cesfront.
En Jimaní, el director de la DGDF inspeccionó los trabajos a cargo del ingeniero Eladio Durán, junto a la gobernadora Mercedes Novas Novas y el alcalde Laureano Santana.
Mientras que en Elías Piña, la supervisión recayó sobre el mercado binacional a cargo del ingeniero Miguel Doctel, acompañado de la gobernadora Magaly de los Santos, el alcalde Liriano Morillo y el general Coronado.
Zorrilla Ozuna destacó que estas obras representan un paso decisivo hacia la modernización de la frontera, no solo por la calidad de la infraestructura, sino también por el impacto que tendrán en la dinámica social y económica de las provincias limítrofes.
Con mercados mejor planificados, se crean condiciones más justas para el comercio, se reduce la informalidad y se fomenta una relación más equilibrada entre productores, comerciantes y consumidores, a la vez que se fortalece la seguridad en los espacios de intercambio.


