Un violento ataque con arma blanca conmocionó a la comunidad de Burien, en el estado de Washington, Estados Unidos, luego de que un hombre fuera acusado de asesinar a su expareja y a la mujer que compartía residencia con ella.
La Justicia del condado de King imputó al sospechoso por doble homicidio en primer grado, con agravantes por el uso de un cuchillo.
Las mujeres fallecidas fueron identificadas como Victoria Aparicio Cruz y Yaneth Gómez-Hernández, quienes murieron tras sufrir múltiples heridas punzantes.
De acuerdo con la autopsia, ambas presentaban lesiones defensivas en manos y brazos, lo que refleja que intentaron resistir el ataque.
El principal señalado es Marvin Ortiz-Montecinos, de 29 años, expareja de Victoria. Fue arrestado y permanece en custodia bajo una fianza fijada en 10 millones de dólares.
Según la fiscalía, los hechos habrían sido motivados por la ruptura sentimental con la víctima principal.
El episodio se registró la noche del 8 de septiembre, alrededor de las 21:30 horas, en un complejo residencial ubicado en Montrose.
Vecinos alertaron a la policía tras encontrar al acusado cubierto de sangre en el exterior del edificio. Al ingresar al apartamento, los agentes hallaron a las dos víctimas sin vida en el dormitorio.
Los informes forenses revelan que Victoria Aparicio Cruz recibió más de veinte puñaladas, incluso en la espalda cuando ya no respondía.
Por su parte, Yaneth Gómez-Hernández fue atacada con extrema violencia al intentar intervenir, recibiendo al menos 43 heridas con arma blanca.
El fiscal adjunto Thomas O’Ban calificó el hecho como un crimen de “una brutalidad indescriptible”.
Los investigadores sostienen que el acusado intentó desviar la atención declarando que un desconocido había ingresado al departamento para atacar a las mujeres.
Sin embargo, la investigación desmintió esa versión al confirmar que no existían signos de entrada forzada y que las cerraduras habían sido manipuladas desde el interior.
La reconstrucción de los hechos se apoyó en mensajes de texto enviados por Ortiz-Montecinos a su expareja poco antes del ataque, contradiciendo su declaración inicial de que se encontraba dormido.
Además, en las inmediaciones se recuperó un cuchillo fileteador de 18 centímetros, presuntamente utilizado en el doble homicidio.
La fiscalía sostiene que el imputado actuó con premeditación, motivado por celos y resentimiento tras la separación.
