#Salud: estos 5 quesos son los únicos recomendados para evitar problemas cardiovasculares

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La preocupación por el colesterol alto es cada
vez más común. En 2025, los expertos calculan que casi el 40% de
los problemas cardiovasculares estarán relacionados con el consumo
excesivo de grasas saturadas y sodio, sobre todo en
alimentos lácteos muy procesados. Aunque siempre
se piensa que el queso es enemigo del corazón, la realidad es
diferente: no todos los quesos son malos. De hecho, existen
variedades que nutren y cuidan el corazón, recomendadas por
nutricionistas y cardiólogos.

El colesterol no es solo una palabra temida, sino también una
realidad del día a día. Hay dos tipos clave: el
LDL
(colesterol malo), que tapona las arterias, y
el HDL (colesterol bueno), que ayuda a limpiarlas.
Muchos quesos, sobre todo los duros y curados, tienen mucha grasa
saturada, lo que puede subir el LDL en sangre y aumentar el riesgo
de infartos o derrames. Además, el alto contenido de sodio de
muchos quesos eleva la presión arterial, lo que fuerza el
corazón.

La Organización Mundial de la Salud señala que
al menos el 40% de los problemas del corazón están ligados a una
dieta rica en lácteos procesados. Sin embargo, optar por quesos
bajos en grasa puede reducir el riesgo cardíaco entre un 20 y 30%,
según estudios recientes publicados en Infobae y la prensa
científica europea en 2025. La clave está en saber elegir y
disfrutar con moderación.

Los cinco quesos recomendados para controlar el colesterol

Descubrir que no se necesita dejar el queso para cuidar el
corazón es una gran noticia. Cinco tipos se destacan por sus
beneficios, versatilidad y sabor. Aquí te cuentamos por qué son
aliados del corazón y cómo usarlos en tus comidas.

Queso cottage bajo en grasa

El queso cottage bajo en grasa es uno de los
favoritos de los cardiólogos. Con solo 14 mg de colesterol y bajo
sodio por porción, contiene proteínas de suero que ayudan a
disolver placas arteriales. Un estudio de 2025 demostró que el
consumo habitual de cottage mejora los niveles de LDL y apoya la
salud del corazón, sobre todo si reemplaza a otros quesos grasos.
Va perfecto en ensaladas, con frutas al desayuno o en tostadas
integrales.

Ricotta

La ricotta es un queso fresco, suave y bajo en
lactosa. Destaca por favorecer el aumento del HDL, el colesterol
bueno, que gracias a su proteína fácil de digerir, la ricotta
alimenta al músculo cardíaco y ayuda a la recuperación muscular
después del ejercicio. Nutricionistas recomiendan incorporarla en
lasañas ligeras, pastas y postres bajos en azúcar para aprovechar
su textura y sus proteínas.

Freepik

Requesón

El requesón es bajo en grasa y rico en
proteínas, lo que fortalece el corazón sin cargarlo de colesterol.
También es una fuente notable de calcio y
magnesio
, dos minerales claves para controlar la presión
arterial. Los expertos sugieren añadir requesón a las ensaladas o
mezclado con tomate y hierbas frescas, logrando un plato ligero
pero nutritivo.

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Edam

El edam, originario de Holanda, tiene menos
grasa y sal comparado con otros quesos duros tradicionales. En las
investigaciones europeas de 2025, se halló que este queso contiene
compuestos que ayudan a reducir la presión arterial cuando se
consume en porciones controladas. Es ideal rebanarlo sobre pan
integral o acompañar con fruta para una merienda equilibrada.

Gouda

El queso gouda comparte beneficios con el edam,
aunque es un poco más suave en sabor. Tiene un bajo impacto en el
LDL y apoya la salud vascular gracias a sus bacterias probióticas,
que además mejoran la salud intestinal. Va bien en sándwiches o
cortado en pequeños cubos como parte de un snack junto a nueces y
manzana.

Consejos para incluir estos quesos en tu dieta diaria

La clave para disfrutar de estos quesos y cuidar tu corazón está
en la cantidad y la creatividad. Se recomienda
consumir entre 30 y 50 gramos al día, combinados con vegetales
frescos, frutas o panes integrales. Evita los quesos procesados,
que suelen tener mucha grasa y sal añadida.

Una dieta mediterránea que incluya estos quesos, junto a
verduras, frutas y aceite de oliva, puede reducir el riesgo
cardiovascular hasta en un 25%, según los últimos datos de 2025.
Consulta con tu médico o nutricionista si tienes dudas sobre la
cantidad ideal para ti, sobre todo si ya tienes diagnóstico de
colesterol alto o hipertensión. Recuerda siempre buscar el
equilibrio y no caer en excesos. Prueba nuevas recetas, mezcla
sabores y disfruta sin culpa.

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