La Policía Civil de Río de Janeiro, Brasil, detuvo este martes 16 de septiembre al segundo sargento Renato Cesar Guimarães Pina, de 42 años, acusado de asesinar a su esposa, Shayene Araújo Alves dos Santos, de 27 años, en el municipio de Maricá, ubicado en la Región de los Lagos.
De acuerdo con la investigación, Shayene fue trasladada en estado crítico al Hospital Municipal Dr. Ernesto Che Guevara, luego de recibir un disparo en la nuca.
El propio militar llevó a la víctima al centro médico. Según informó la Secretaría Municipal de Salud, la joven sufrió un paro cardíaco y falleció poco después de ser ingresada.
Antes de ser presentado en la 82ª Delegación Policial de Maricá, el sargento relató a compañeros que habría pedido a su esposa que le alcanzara el arma, momento en que supuestamente ocurrió un disparo accidental.
No obstante, durante su declaración entró en contradicciones y optó por permanecer en silencio.
El caso pasó a manos de la Delegacia de Homicídios de Niterói, São Gonçalo e Itaboraí, bajo la conducción del delegado Willians Batista.
El peritaje en el lugar del hecho, el análisis del cuerpo de la víctima y los testimonios recabados desmintieron la versión inicial.
El delegado señaló que la relación estaba marcada por episodios de violencia doméstica, amenazas con arma de fuego e incluso disparos intimidatorios realizados por el acusado.
Estos antecedentes, sumados a nuevas pruebas, permitieron tipificar el hecho como feminicidio.
Una vecina declaró haber escuchado gritos instantes antes del disparo. Por su parte, familiares de Shayene entregaron a las autoridades grabaciones de cámaras de seguridad de 2024, en las que se observa al sargento agrediendo físicamente a la joven, quien estaba embarazada en ese momento.
La pareja mantenía una relación desde hacía aproximadamente tres años. Con ellos convivían un bebé de siete meses, hijo en común, y el niño de nueve años de Shayene, fruto de un vínculo anterior.
Tras su detención, el militar fue trasladado a la Unidad Prisional de la Policía Militar en Niterói, donde permanece a disposición de la justicia.




