#Salud: ¡esta discreta señal en la piel no miente!

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El colesterol alto puede avanzar en silencio, sin síntomas
claros, hasta que aparecen complicaciones graves. Sin embargo,
antes de que surjan problemas en el corazón o las arterias,
la piel a menudo lanza una advertencia que no debe
pasarse por alto. Observar estos avisos puede marcar una gran
diferencia, ya que permiten detectar alteraciones en los lípidos
mucho antes de que generen daños serios.

Pese a la creencia de que “sentirse bien” es lo mismo que estar
sano, el cuerpo puede mostrar pistas sutiles de que algo no va bien
con el colesterol. La clave está en saber interpretarlas y, sobre
todo, en no ignorarlas ni confiar plenamente en la ausencia de
molestias. Por eso, mantener revisiones médicas
regulares
y fijarse en el aspecto de la piel son pasos
fundamentales para cuidar el corazón.

Xantomas
y xantelasmas: depósitos visibles de colesterol

Hay señales del colesterol
alto
que se ven a simple vista. Los xantomas
se presentan como pequeños bultos o nódulos amarillentos, de
textura blanda o firme, que aparecen en zonas como los codos,
rodillas, tendones, dedos de las manos o la cara. No generan dolor,
pero llaman la atención por su color y porque a menudo crecen con
el tiempo. Son producto de la acumulación de grasa, específicamente
de colesterol, bajo la piel.

Cuando estos depósitos se localizan en los párpados o cerca de
los ojos, se conocen como xantelasmas. Suelen ser
placas planas y blandas de tono amarillo claro. Aunque no causan
síntomas ni afectan la visión, su presencia es un aviso importante.
Muchas veces, los xantelasmas alertan sobre un desequilibrio de
colesterol, triglicéridos u otros lípidos en sangre,
independientemente de la edad o del estilo de vida.

Tanto los xantomas como los xantelasmas pueden aparecer incluso
en jóvenes, especialmente en quienes tienen antecedentes familiares
de hipercolesterolemia. Ignorar estos signos
aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares, porque
delatan una alteración interna que va mucho más allá del aspecto
estético.

Foto Freepik

Más
señales en la piel: xantomas eruptivos y el arco
corneal

No todos los avisos en la piel son iguales. Los xantomas
eruptivos
son lesiones pequeñas, agrupadas y de tono
amarillento, que suelen brotar sobre todo en glúteos, muslos,
brazos o espalda. Tienden a salir de manera repentina y pueden
incluir picazón. Están asociados a niveles muy elevados de
triglicéridos, como ocurre en personas con diabetes mal controlada
o ciertas enfermedades metabólicas.

Otra pista importante es el arco corneal. Se
trata de un anillo grisáceo o blanquecino que aparece alrededor del
iris, visible al mirar de cerca el ojo en el espejo. Este aro está
formado por depósitos de grasa en la periferia de la córnea y es
más frecuente a partir de los 40 años. Sin embargo, si se observa
en personas jóvenes, tiene un fuerte vínculo con el colesterol alto
y debe motivar un análisis de sangre lo antes posible.

Estos avisos no siempre generan molestias o llaman la atención.
A veces pasan desapercibidos hasta que un especialista los
identifica en una revisión rutinaria. Sin embargo, su relevancia es
enorme, porque pueden anticipar enfermedades graves y evitan que
estos enemigos invisibles sigan dañando los vasos sanguíneos por
años.

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Riesgos
y cuidado: tomar en serio las señales cutáneas

La aparición de depósitos de colesterol en la
piel
no es solo un detalle estético; se trata de un
auténtico “avisador de emergencia” para el corazón y las arterias.
Detrás de esos pequeños bultos hay un exceso de grasas en la
sangre, lo que eleva el riesgo de infarto, trombosis y
accidente cerebrovascular
.

La mejor forma de cuidar la salud es modificando algunos
hábitos. Seguir una alimentación baja en grasas saturadas y rica en
frutas, verduras y fibra ayuda mucho a reducir el colesterol. Se
recomienda evitar el tabaco, el alcohol y llevar una vida activa.
La actividad física regular y un peso saludable pueden marcar la
diferencia para mantener los lípidos bajo control.

En ciertos casos, cuando la dieta y el ejercicio no son
suficientes, el médico puede indicar tratamiento farmacológico con
estatinas o medicamentos para bajar el colesterol y los
triglicéridos. Esto es fundamental sobre todo en personas con
antecedentes familiares o que han mostrado signos como xantomas o
xantelasmas. El seguimiento profesional permite ajustar las
estrategias según los resultados de los análisis y la presencia de
otros factores de riesgo, como la hipertensión o la diabetes.

Un estilo de vida saludable, unido a la observación de la piel y
al control médico periódico, ayuda no solo a mantener el colesterol
en niveles óptimos, sino a prevenir problemas serios. Reconocer el
valor de estos signos visibles puede ser la
diferencia entre una detección temprana y una complicación grave
años después.

La
piel, aliada silenciosa para detectar el colesterol
alto

La piel puede alertar sobre el colesterol elevado mucho antes de
que surjan complicaciones irreversibles. Observarse frente al
espejo, prestar atención a los cambios y consultar al médico ante
la más mínima duda es una forma sencilla de proteger la salud. Los
xantomas, xantelasmas, xantomas eruptivos y el arco corneal no
hacen daño por sí solos, pero sí revelan lo que ocurre por
dentro.

Ante cualquier señal, lo mejor es solicitar un examen de sangre
para confirmar o descartar el colesterol
alto
, y actuar cuanto antes si se detecta un problema. En
definitiva, la piel es una aliada silenciosa que puede salvar vidas
cuando se escuchan sus avisos y se toman las medidas adecuadas.

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